El ambiente político del estado se ha visto invadido por un nuevo tema de discusión, debido a la decisión de la mayoría de los diputados del Consejo Legislativo de nuestra entidad, se reformar la Constitución que en este nivel nos rige, respondiendo a la concepción federal del Estado venezolano. Es decir, cada entidad federal (los 23 estados), tiene su propia constitución y sus leyes, hasta llegar a los niveles más bajos, haciendo uso de uno de los postulados del federalismo, como lo es que cada entidad local de las que componen “El Estado”, legisle y sea autónomo en las áreas en las cuales se les haya otorgado competencias. Sin embargo, no debemos olvidar lo que se conoce en el derecho constitucional y de la Teoría del Estado como “La pirámide de Kelsen”, es decir, que existen niveles de competencia, y que un nivel inferior no debe invadir áreas de legislación propios de un nivel superior.
En este caso, se refiere a que si bien es competencia de los estados darse su propia constitución, y por lo tanto poder modificarla, no es menos cierto que en razón justamente a la “supremacía” de la Constitución Nacional, ningún otro instrumento legal, del nivel que sea, puede establecer pautas, normas, o más grave aún, modificar las bases constitutivas del Estado venezolano, o de alguno de los estado miembros de la federación.
Y he aquí un primer punto: el texto presentado, y que seguramente será aprobado de manera atropelladora por la mayoría política circunstancial que maneja a su antojo el consejo legislativo estadal, viola de manera flagrante no sólo el articulado de la Constitución de la República, sino que pretende modificar asuntos de fondo relativos a la manera de organizarse los estados. Todos estos aspectos los ha desarrollado ampliamente una comisión de abogados de la MUD, y están plasmados en un documento que ya está circulando.
Pero quiero ir a otro asunto del mismo tema de la reforma. Una Constitución es la guía máxima de un pueblo. Es lo que marca la pauta para la convivencia y la búsqueda de solución de los problemas de la gente. Establece las orientaciones que permitan que la sociedad, el país, puedan caminar hacia niveles superiores de progreso y bienestar. En lo personal, me formulo algunas preguntas: Uno, ¿de qué manera reformando la constitución y haciéndonos un estado comunal y socialista se resolverá el deficiente servicio eléctrico?. ¿Cómo harán para que el aumento a incluir en las nuevas tarifas eléctricas nos permita que no haya tantos apagones y que a la gente no se le dañen los aparatos?.
¿Con la nueva constitución podremos reclamar y nos pagarán los electrodomésticos dañados por culpa de CORPOELEC?. ¿Podremos con la nueva constitución, siendo un estado comunal y socialista resolver el problema del bote de basura? ¿Podremos resolver el alto costo de la vida; nos alcanzarán los bolívares para comprar lo necesario para vivir con calidad de vida, y la inseguridad, y el desempleo, y, y, y, y, y, y,?.
En lo personal, considero que las reformas legales deben ir al fondo de los problemas. Deben facilitar las soluciones, y no enredar cada día más las cosas con modelos políticos que no aportan nada nuevo.