Las autoridades indonesias han capturado a 23 presos de los más de 30 reos que escaparon la víspera de una cárcel de la isla de Sumatra tras un motín, la tercera fuga de una prisión en el país asiático en poco más de un mes.
"Tres prisioneros se rindieron y otros 20 han sido arrestados en diversos puntos del norte de Sumatra", señaló hoy en declaraciones a los medios el portavoz policial Ronny Sompie.
La prisión de Labohan Ruku, en el distrito de Batubara, en la provincia de Sumatra del Norte, registró ayer un motín cuando los reclusos atacaron a los guardias y provocaron un incendio en protesta por la sobrepoblación del centro penitenciario.
Al menos tres decenas de detenidos, ninguno de ellos encarcelado por cargos terroristas, aprovecharon la situación de caos para fugarse de la prisión.
"Todavía no sabemos el número exacto de presos que se han escapado", declaró Akbar Hadi, portavoz del Departamento de Correcionales del Ministerio de Justicia.
Las instalaciones de la penitenciaría de Labohan Ruku, de seguridad media, alojan a más de 800 presos, a pesar de que su capacidad máxima es de 300.
Cuando estalló el motín, solo se encontraban de servicio seis guardias y dos policías.
A principios de julio unos 200 reos se fugaron de otra cárcel en la isla de Sumatra tras un incendio provocado por los prisioneros y en el que murieron cinco personas.
Una semana después de este primer incidente, doce presos huyeron de la prisión de Baloi, en la isla indonesia de Batam, cercana a Singapur, después de propinar una paliza a sus guardias.
"Tres prisioneros se rindieron y otros 20 han sido arrestados en diversos puntos del norte de Sumatra", señaló hoy en declaraciones a los medios el portavoz policial Ronny Sompie.
La prisión de Labohan Ruku, en el distrito de Batubara, en la provincia de Sumatra del Norte, registró ayer un motín cuando los reclusos atacaron a los guardias y provocaron un incendio en protesta por la sobrepoblación del centro penitenciario.
Al menos tres decenas de detenidos, ninguno de ellos encarcelado por cargos terroristas, aprovecharon la situación de caos para fugarse de la prisión.
"Todavía no sabemos el número exacto de presos que se han escapado", declaró Akbar Hadi, portavoz del Departamento de Correcionales del Ministerio de Justicia.
Las instalaciones de la penitenciaría de Labohan Ruku, de seguridad media, alojan a más de 800 presos, a pesar de que su capacidad máxima es de 300.
Cuando estalló el motín, solo se encontraban de servicio seis guardias y dos policías.
A principios de julio unos 200 reos se fugaron de otra cárcel en la isla de Sumatra tras un incendio provocado por los prisioneros y en el que murieron cinco personas.
Una semana después de este primer incidente, doce presos huyeron de la prisión de Baloi, en la isla indonesia de Batam, cercana a Singapur, después de propinar una paliza a sus guardias.
EFE