Bomberos universitarios solicitarán a la Asamblea Nacional instalar mesas de trabajo para conocer el alcance del proyecto de Ley Orgánica del Servicio de Bomberos y de los Cuerpos de Bomberos y Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil. Aseguran que el nuevo marco legal que ya fue aprobado en primera discusión, "podría hacer un gran daño a la profesión".
Tras una reunión en la Universidad de Carabobo, los Comandantes de Bomberos de Venezuela consideran necesario instalar mesas de trabajo en todo el país para recoger los requerimientos del sector antes de aprobarse el documento legal. Agregan que desconocen el 95% del proyecto aprobado en primera discusión en plenaria, y aseguran que algunos capítulos del mismo afectaría el ejercicio de la profesión.
En una misiva dirigida a la directiva del Parlamento, reiteran que el proceso de discusión de la ley "significó una sorpresa".
A continuación el texto completo de la carta:
CARTA ABIERTA
Ciudadanos:
Tte (EjNB) Diosdado Cabello Rondón
Presidente de la Asamblea Nacional
Diputado Juan Carlos Alemán
Presidente de la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional
Con copia
Coronel (EjNB) Miguel Rodríguez Torres
Ministro del Poder Popular para Interiores, Justicia y Paz
Manuel Suarez Hidalgo
Viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana Ministerio del Poder Popular para Interiores, Justicia y Paz
Prof. Pedro Calzadilla
Ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria
Señores Miembros del Consejo Federal de Gobierno
Asociación de Rectores de las Universidades Venezolanas
Asociación de Rectores Bolivarianos
Asociación Nacional de Alcaldes Bolivarianos
Asociación de Gobernadores Bolivarianos
Instituto Nacional de Espacios Acuático
Instituto Nacional de Aeronáutica Civil
Bolipuertos
Su despacho.-
Venezuela, a lo largo de más de 70 años de su historia contemporánea, ha contado con el trabajo solidario, profesional, dedicado y decidido de los Bomberos, buena parte de ellos de manera voluntaria y altruista, desde los Cuarteles estadales, municipales, aeronáuticos, marinos, universitarios y recientemente forestales, con el único objetivo: salvaguardar vidas y bienes. Esta labor cuenta, desde el año 1996 con una legislación que le ha permitido normar su servicio y reivindicar la labor de cada uno de ellos.
En la constitución de 1999, se logró por primera vez, darle rango constitucional a la labor del bombero, estableciéndolo como órgano de seguridad ciudadana, abriendo la posibilidad de darle mayor realce al quehacer bomberil y crear organismos que coadyuvaran en el crecimiento institucional de todas las modalidades Bomberiles existentes.
Para el año 2001, el Presidente Hugo Chávez promulgó un decreto con fuerza de ley a través de la Ley Habilitante, el cual se denominó Ley de los Cuerpos de Bomberos y Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil, que introduce la creación de la Coordinación Nacional de Bomberos, nuestro órgano representativo ante el gobierno nacional. Esta ley tuvo la virtud de generar una representación nacional para efectos de distinta índole, tanto administrativos como estratégicos y de homogeneidad de la función de los bomberos a nivel nacional. Significó un avance respecto de la del año 1996, y sin embargo dejó algunos aspectos pendientes los cuales se sabía que más adelante la Asamblea Nacional los tomaría en cuenta para efectos de lograr el mejor espacio en términos legislativos que nos permitiera ejercer dignamente nuestra profesión.
Para julio de 2013 nos informan que será presentada la modificación de la ley del Servicio de los Bomberos y la presentación del proyecto del estatuto de la función bomberil, cuyo trabajo se venía realizando desde el año 2011. Pero este proceso de discusión de la ley significó para nosotros una sorpresa, dado que en la actualidad es desconocida por el 95% de los bomberos del país. Los primeros análisis de este nuevo cuerpo legal, planteada por la Coordinación Nacional de Bomberos a la comisión de parlamentarios, sugieren que es una ley excluyente. Dicho proyecto fue tratado por la comisión de la Asamblea Nacional en forma rápida e improvisada, y con muchísimos sectores de la sociedad civil, comunas, organismos del estado y bomberos del país desconociendo lo que se discutía. Los procesos de socialización han contado con muchísima oposición y sin embargo fue aprobada en forma unánime en primera discusión, porque los diputados de la Asamblea Nacional, en su buena fe, entendían que tenían el consenso de todos los comandos del país.
Comprendemos que es necesario hacer una nueva ley, pero existe un número considerable de capítulos y artículos que llaman nuestra atención y podrían hacer un gran daño a nuestra profesión.
La propuesta de ley referente al estatuto de la Función Bomberil coloca como edad tope para el servicio activo los 55 años obligatorio, además de la edad, establece el tiempo en jerarquías de 31 años, y obliga al bombero voluntario y universitario a permanecer en las jerarquías un año más. Esta situación desmiembra el 95% de los oficiales en ejercicio de comando (1er Comandante, 2do Comandante e Inspector General), así como a otro grueso de oficiales superiores y oficiales subalternos, al colocar en los requisitos para optar a estos cargos de comandos, además de la jerarquización, una carrera específica dictada por una única universidad y otras derivadas a tal fin sin tomar en consideración la profesionalidad, la antigüedad, la experiencia y el grado de instrucción de otras carreras universitarias. Esta situación deja en manos de la Coordinación Nacional de Bomberos (a quienes no se les exige este tipo de requisitos) la decisión de nombrar los altos mandos de los distintos cuerpos de Bomberos del país en el caso de que no existan oficiales que tengan estas características, desplazando a gobernadores, alcaldes y rectores que venían haciendo esa función.
Así mismo y a nuestro modo de ver, la ley prácticamente elimina a los Bomberos Voluntarios y a los Bomberos Universitarios, los cuales son objeto de discriminación al coartarles sus competencias sin tomar en cuenta que el proceso de voluntariado y el desempeño de los Bomberos Universitarios del país ha sido fundamental para el desarrollo de esta profesión en Venezuela. Otro tanto se plantea con los bomberos petroleros y los bomberos industriales los cuales pasan a ser “brigadas de emergencia” perdiendo el status reconocido durante más de cuarenta años.
El financiamiento es un tema bastante complejo en esta ley. La ley elimina los institutos autónomos en los cuales muchos organismos del país se sustentan. Se eliminan los procesos de recaudación homogénea y obliga a enviarlos a un organismo central en Caracas desde donde se hace una distribución posterior, y no indica cómo se va a financiar los procesos de seguridad social, de HCM y de jubilaciones de bomberos a nivel nacional. Esto se agrava cuando se plantea que la dependencia administrativa seguirá siendo municipal, regional o rectoral, pero las directrices, estrategias y políticas de estado serán asumidas por organismos de seguridad ciudadana. Ante ello existen muchos procedimientos qué definir los cuales, al no estar claros en la ley, se prestarán a muchas confusiones en términos del ejercicio posterior luego de la puesta en marcha de la misma.
Nuestro planteamiento es sencillo: tenemos éstas y muchas otras observaciones a los procesos de seguridad social, a los procesos operativos, a los procesos de financiamiento y a los procesos de jerarquía que requieren una discusión con calma, y donde efectivamente se beneficie a las comunidades que son atendidas por cerca de 18.000 bomberos en el país.
Por todo lo anterior, solicitamos a la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional la instalación de mesas de trabajo con representantes de gobernaciones, alcaldías, universidades, Pdvsa y empresas básicas del estado, conjuntamente con el Colegio Nacional de Bomberos y la Asociación Nacional de Bomberos Universitarios para revisar en forma amplia este instrumento legal el cual no admite apresuramientos ni improvisaciones y, por el contrario, requiere de una discusión responsable, pertinente con el desempeño de una exigente profesión con un fin socialmente responsable.
Muy atentamente;
Disciplina y Abnegación
Comandante General de Bomberos
Licdo. Henry Uzcátegui
Presidente del Colegio Nacional de Bomberos
Comandante de Bomberos del Municipio Santa Rita
Teniente Coronel de Bomberos
Ing. M Sc. Jorge Luis Ugarte Mujica Presidente ANBUV
Representante de las Universidades Nacionales
Prof. José Ángel Ferreira
Vicerrector Administrativo de la Universidad de Carabobo
Tras una reunión en la Universidad de Carabobo, los Comandantes de Bomberos de Venezuela consideran necesario instalar mesas de trabajo en todo el país para recoger los requerimientos del sector antes de aprobarse el documento legal. Agregan que desconocen el 95% del proyecto aprobado en primera discusión en plenaria, y aseguran que algunos capítulos del mismo afectaría el ejercicio de la profesión.
En una misiva dirigida a la directiva del Parlamento, reiteran que el proceso de discusión de la ley "significó una sorpresa".
A continuación el texto completo de la carta:
CARTA ABIERTA
Ciudadanos:
Tte (EjNB) Diosdado Cabello Rondón
Presidente de la Asamblea Nacional
Diputado Juan Carlos Alemán
Presidente de la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional
Con copia
Coronel (EjNB) Miguel Rodríguez Torres
Ministro del Poder Popular para Interiores, Justicia y Paz
Manuel Suarez Hidalgo
Viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana Ministerio del Poder Popular para Interiores, Justicia y Paz
Prof. Pedro Calzadilla
Ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria
Señores Miembros del Consejo Federal de Gobierno
Asociación de Rectores de las Universidades Venezolanas
Asociación de Rectores Bolivarianos
Asociación Nacional de Alcaldes Bolivarianos
Asociación de Gobernadores Bolivarianos
Instituto Nacional de Espacios Acuático
Instituto Nacional de Aeronáutica Civil
Bolipuertos
Su despacho.-
Venezuela, a lo largo de más de 70 años de su historia contemporánea, ha contado con el trabajo solidario, profesional, dedicado y decidido de los Bomberos, buena parte de ellos de manera voluntaria y altruista, desde los Cuarteles estadales, municipales, aeronáuticos, marinos, universitarios y recientemente forestales, con el único objetivo: salvaguardar vidas y bienes. Esta labor cuenta, desde el año 1996 con una legislación que le ha permitido normar su servicio y reivindicar la labor de cada uno de ellos.
En la constitución de 1999, se logró por primera vez, darle rango constitucional a la labor del bombero, estableciéndolo como órgano de seguridad ciudadana, abriendo la posibilidad de darle mayor realce al quehacer bomberil y crear organismos que coadyuvaran en el crecimiento institucional de todas las modalidades Bomberiles existentes.
Para el año 2001, el Presidente Hugo Chávez promulgó un decreto con fuerza de ley a través de la Ley Habilitante, el cual se denominó Ley de los Cuerpos de Bomberos y Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil, que introduce la creación de la Coordinación Nacional de Bomberos, nuestro órgano representativo ante el gobierno nacional. Esta ley tuvo la virtud de generar una representación nacional para efectos de distinta índole, tanto administrativos como estratégicos y de homogeneidad de la función de los bomberos a nivel nacional. Significó un avance respecto de la del año 1996, y sin embargo dejó algunos aspectos pendientes los cuales se sabía que más adelante la Asamblea Nacional los tomaría en cuenta para efectos de lograr el mejor espacio en términos legislativos que nos permitiera ejercer dignamente nuestra profesión.
Para julio de 2013 nos informan que será presentada la modificación de la ley del Servicio de los Bomberos y la presentación del proyecto del estatuto de la función bomberil, cuyo trabajo se venía realizando desde el año 2011. Pero este proceso de discusión de la ley significó para nosotros una sorpresa, dado que en la actualidad es desconocida por el 95% de los bomberos del país. Los primeros análisis de este nuevo cuerpo legal, planteada por la Coordinación Nacional de Bomberos a la comisión de parlamentarios, sugieren que es una ley excluyente. Dicho proyecto fue tratado por la comisión de la Asamblea Nacional en forma rápida e improvisada, y con muchísimos sectores de la sociedad civil, comunas, organismos del estado y bomberos del país desconociendo lo que se discutía. Los procesos de socialización han contado con muchísima oposición y sin embargo fue aprobada en forma unánime en primera discusión, porque los diputados de la Asamblea Nacional, en su buena fe, entendían que tenían el consenso de todos los comandos del país.
Comprendemos que es necesario hacer una nueva ley, pero existe un número considerable de capítulos y artículos que llaman nuestra atención y podrían hacer un gran daño a nuestra profesión.
La propuesta de ley referente al estatuto de la Función Bomberil coloca como edad tope para el servicio activo los 55 años obligatorio, además de la edad, establece el tiempo en jerarquías de 31 años, y obliga al bombero voluntario y universitario a permanecer en las jerarquías un año más. Esta situación desmiembra el 95% de los oficiales en ejercicio de comando (1er Comandante, 2do Comandante e Inspector General), así como a otro grueso de oficiales superiores y oficiales subalternos, al colocar en los requisitos para optar a estos cargos de comandos, además de la jerarquización, una carrera específica dictada por una única universidad y otras derivadas a tal fin sin tomar en consideración la profesionalidad, la antigüedad, la experiencia y el grado de instrucción de otras carreras universitarias. Esta situación deja en manos de la Coordinación Nacional de Bomberos (a quienes no se les exige este tipo de requisitos) la decisión de nombrar los altos mandos de los distintos cuerpos de Bomberos del país en el caso de que no existan oficiales que tengan estas características, desplazando a gobernadores, alcaldes y rectores que venían haciendo esa función.
Así mismo y a nuestro modo de ver, la ley prácticamente elimina a los Bomberos Voluntarios y a los Bomberos Universitarios, los cuales son objeto de discriminación al coartarles sus competencias sin tomar en cuenta que el proceso de voluntariado y el desempeño de los Bomberos Universitarios del país ha sido fundamental para el desarrollo de esta profesión en Venezuela. Otro tanto se plantea con los bomberos petroleros y los bomberos industriales los cuales pasan a ser “brigadas de emergencia” perdiendo el status reconocido durante más de cuarenta años.
El financiamiento es un tema bastante complejo en esta ley. La ley elimina los institutos autónomos en los cuales muchos organismos del país se sustentan. Se eliminan los procesos de recaudación homogénea y obliga a enviarlos a un organismo central en Caracas desde donde se hace una distribución posterior, y no indica cómo se va a financiar los procesos de seguridad social, de HCM y de jubilaciones de bomberos a nivel nacional. Esto se agrava cuando se plantea que la dependencia administrativa seguirá siendo municipal, regional o rectoral, pero las directrices, estrategias y políticas de estado serán asumidas por organismos de seguridad ciudadana. Ante ello existen muchos procedimientos qué definir los cuales, al no estar claros en la ley, se prestarán a muchas confusiones en términos del ejercicio posterior luego de la puesta en marcha de la misma.
Nuestro planteamiento es sencillo: tenemos éstas y muchas otras observaciones a los procesos de seguridad social, a los procesos operativos, a los procesos de financiamiento y a los procesos de jerarquía que requieren una discusión con calma, y donde efectivamente se beneficie a las comunidades que son atendidas por cerca de 18.000 bomberos en el país.
Por todo lo anterior, solicitamos a la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional la instalación de mesas de trabajo con representantes de gobernaciones, alcaldías, universidades, Pdvsa y empresas básicas del estado, conjuntamente con el Colegio Nacional de Bomberos y la Asociación Nacional de Bomberos Universitarios para revisar en forma amplia este instrumento legal el cual no admite apresuramientos ni improvisaciones y, por el contrario, requiere de una discusión responsable, pertinente con el desempeño de una exigente profesión con un fin socialmente responsable.
Muy atentamente;
Disciplina y Abnegación
Comandante General de Bomberos
Licdo. Henry Uzcátegui
Presidente del Colegio Nacional de Bomberos
Comandante de Bomberos del Municipio Santa Rita
Teniente Coronel de Bomberos
Ing. M Sc. Jorge Luis Ugarte Mujica Presidente ANBUV
Representante de las Universidades Nacionales
Prof. José Ángel Ferreira
Vicerrector Administrativo de la Universidad de Carabobo
