Hace cuatro años un disparo a quemarropa expulsaba del fútbol y casi de este mundo a Salvador Cabañas. Desde aquel 25 de enero de 2010, el delantero del América de México y de la selección de Paraguay vive con una bala alojada en su cabeza, pues extraerla pondría en riesgo su vida.
Pasionlibertadores.com lo buscó en la casa de sus padres en Itauguá (Paraguay), donde el popular "Chava" pasa sus días entre amigos y sobre todo con el calor de sus padres.
"Estar acá me relaja. Es la casa en la cual me crié y en la que más cómodo me siento. No me falta nada y estoy rodeado de mi familia y de los vecinos que me vieron crecer. No puedo pedir más", dijo.
Respecto al trágico momento que vivió en 2010, Salvador hizo una revelación poco conocida: "Recuerdo muy bien que yo veía la luz en el fondo del camino y él se acercó (Dios), me tocó la frente y me dijo: "Salvador te falta mucho para venir acá"", dijo.
En otra parte, el ex atacante del seleccionado paraguayo indicó que no tiene ningún resentimiento ante su agresor. "Sí Lo conozco. Si tengo que hablar, no lo haría con rencor, al contrario, le diría que viva bien, que viva tranquilo que no hay ningún problema. De mi parte no lo hay sinceramente. Lo perdonaría tranquilamente".
EL DATO
En abril de 2012, Cabañas volvía a patear un balón vistiendo la camiseta del 12 de Octubre, en un partido de la Tercera División guaraní. Ahora podría regresar al fútbol mexicano en las filas del Murciélagos FC, equipo de Sinaloa que milita en Segunda.
