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jueves, 20 de febrero de 2014

La terapia celular muestra una notable capacidad para erradicar el cáncer

Investigadores del Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering, en Nueva York, Estados Unidos, han informado de una de las noticias más alentadoras sobre uno de los métodos más interesantes de tratamiento contra el cáncer hoy en día. El 88 por ciento de los enfermos de leucemia avanzada que participaron en un estudio clínico logró una remisión completa del cáncer después de ser tratados con versiones genéticamente modificadas de sus propias células inmunes, como describen los autores en la revista 'Science Translational Medicine'. 

"Estos extraordinarios resultados demuestran que la terapia celular es un tratamiento eficaz para los pacientes que han agotado todos los tratamientos convencionales", destaca uno de los autores del estudio y director del Centro de Ingeniería Celular del Memorial Sloan Kettering, Michel Sadelain. "Nuestros hallazgos iniciales se han mantenido en una cohorte más grande de pacientes, y ya estamos analizando nuevos estudios clínicos para avanzar en este nuevo enfoque terapéutico en la lucha contra el cáncer", adelanta. 

La leucemia linfoblástica aguda de células adultas B (B-ALL, por sus siglas en inglés), un tipo de cáncer de sangre que se forma en las células B, es difícil de tratar debido a que la mayoría de los pacientes recaen y tienen pocas opciones de tratamiento, con sólo un 30 por ciento de ellos que responde a la quimioterapia de rescate. Sin un trasplante de médula ósea exitoso, pocos tienen alguna esperanza de supervivencia a largo plazo. 

En este estudio, 16 pacientes con recaída de B-ALL recibieron una infusión de sus propias células inmunes modificadas genéticamente, llamadas células T, que se "reeducaron" para reconocer y destruir las células cancerosas que contienen la proteína CD19. Mientras que la tasa de respuesta completa en general para todos los pacientes fue de un 88 por ciento, incluso aquellos con enfermedad detectable antes del tratamiento tenían una tasa de respuesta completa del 78 por ciento, muy superior a la tasa de respuesta completa de la quimioterapia de rescate. 

Uno de los primeros pacientes en recibir este tratamiento fue Dennis J. Billy, de Wynnewood, Pennsylvania, Estados Unidos, hace más de dos años. Este paciente superó con éxito un trasplante de médula ósea y está libre de cáncer, por lo que volvió al trabajo en 2011. Igualmente, Paolo Cavalli, dueño de un restaurante de Oxford, en Connecticut, Estados Unidos, permanece en remisión completa ocho meses después de recibir su tratamiento personalizado con células T. 

Basada en las células, la inmunoterapia dirigida es un nuevo enfoque para el tratamiento del cáncer que aprovecha el propio sistema inmune del cuerpo para atacar y destruir las células cancerosas. A diferencia de un virus común como la gripe, nuestro sistema inmunológico no reconoce las células cancerosas como extrañas y, por lo tanto, se encuentra en desventaja en la erradicación de la enfermedad. 

Durante más de una década, los investigadores del Memorial Sloan Kettering han estado explorando maneras de rediseñar las propias células T del cuerpo para que reconozcan y ataquen el cáncer. En 2003, estos expertos fueron los primeros en informar de que células T diseñadas por ingeniería genética identificaban la proteína CD19, que se encuentra en las células B, por lo qfue podrían utilizarse para tratar cánceres de células B en ratones. 

"Es muy gratificante ser testigo de los sorprendentes resultados de primera mano en mis pacientes, después de haber trabajado durante más de una década desarrollando esta tecnología desde el principio", afirma el director de Terapéutica Celular del Memoiral Sloan Kettering y uno de los principales autores del trabajo, Renier Brentjens. 

En marzo de 2013, el mismo equipo de investigadores dio a conocer los resultados de cinco pacientes con B-ALL avanzada que fueron tratados con la terapia celular, los cuales lograron una remisión completa. En el presente estudio, siete de los 16 pacientes (44 por ciento) fueron capaces de superar con éxito el trasplante de médula ósea, el estándar de cuidado y la única opción curativa para los pacientes B -ALL, tras el tratamiento. 

Tres pacientes no eran elegibles debido a la imposibilidad de lograr una remisión completa, tres eran inelegibles por condiciones médicas preexistentes, dos se negaron y uno todavía está siendo evaluado para un potencial trasplante de médula ósea. Históricamente, sólo el 5 por ciento de los pacientes con recaída de B-ALL ra capaz de pasar a un trasplante de médula ósea. 

El estudio también proporciona directrices para el manejo de los efectos secundarios de la terapia celular, que pueden incluir síntomas de gripe graves, como fiebre, dolor muscular, presión arterial baja y dificultad para respirar, conocido como síndrome de liberación de citoquinas. Los investigadores desarrollaron criterios de diagnóstico y un examen de laboratorio para identificar qué pacientes están en mayor riesgo de desarrollar este síndrome. 

Ya se han puesto en marcha estudios adicionales para determinar si la terapia celular puede ser aplicada a otros tipos de cáncer y se están planeando realizar análisis para determinar si pacientes con B-ALL se beneficiarían de recibir inmunoterapia específica como tratamiento de primera línea.
EP