El canciller saliente de Costa Rica, Enrique Castillo, expresó su preocupación porque Nicaragua se está "armando" con la ayuda de Rusia, aunque dijo ser optimista por el proceso que sigue en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre los conflictos limítrofes con ese país.
Según el ministro saliente, los problemas con Managua no terminan en los litigios limítrofes, pues "Nicaragua se está armando y entrando en una relación de dependencia militar con Rusia".
Rusia "anunció el deseo de tener bases en Cuba, Venezuela y Nicaragua, con el nombre eufemístico de 'bases de reabastecimiento' para sus barcos, Pero sabemos que no es solo eso", afirmó Castillo, quien será sustituido por el abogado Manuel González, canciller designado por el presidente electo, Luis Guillermo Solís.
Las autoridades nicaragüenses han negado la instalación de bases militares rusas en Nicaragua y sostienen que la cooperación está encaminada a permitir que barcos o aviones rusos en tránsito puedan reabastecerse de combustible o vituallas en puertos o terminales aéreas para continuar su trayectoria.
El canciller Serguei Lavrov encabezó una delegación que visitó la semana pasada Nicaragua, donde se reunió con el presidente Daniel Ortega, en una gira que incluyó a Cuba, Perú y Chile.
"Lo de Nicaragua también está controlado. Estará resuelto cuando la Corte de La Haya resuelva, e incluso habría que ver si Nicaragua cumple, pero ya estamos en la recta final. En el lugar no hay nicaragüenses y todo está tranquilo", subrayó Castillo.
Las tensiones entre los gobiernos de Ortega y de Laura Chinchilla (Costa Rica) estallaron en octubre de 2010, cuando San José acusó ante la CIJ a Managua de lanzar sedimentos a su territorio por las obras de dragado del río San Juan e invadir con tropas una pequeña isla fluvial, cuya soberanía están en disputa en La Haya.
AFP