Nota de Prensa).- El diputado de Acción Democrática en la Asamblea Nacional, Édgar Zambrano, considera valiosa la búsqueda de la verdad de los eventos del pasado para poder construir un presente en el cual estemos todos los venezolanos.
Para el parlamentario la necesidad de diálogo “no es gratis, viene como consecuencia de unproceso polarizado hacia los extremos, confrontaciones estériles, funestos radicalismos, así como la infinita falta de sincera voluntad política para el cierre de ciclos que serán narrados y descritos por la historia implacable en su debida oportunidad”.
En ese sentido, Zambrano extendió la solicitud de audiencia formal número 46 al Presidente de la República, Nicolás Maduro, en base a los sucesos de abril de 2002, a partir del testimonio de las víctimas y sus familiares escuchados en la más reciente reunión de la comisión de enlace establecida entre el gobierno y la Mesa de Unidad Democrática con la facilitación del Nuncio Apostólico y de los Cancilleres de la Unasur.
Hizo referencia especial a los testimonios de Edgar Martínez quien expresó esos días estar defendiendo su voto en pleno ejercicio democrático, Delia, Víctor, Yesenia, Jorge quien a través de los avances en tecnología comunicacional habló desde España, cada uno su verdad, cada uno con su vida.“Los hechos acaecidos en abril de 2002 hoy llaman la atención, es imperativo volver la mirada y escrutarlos sin complejos, tener el diagnóstico llevando al péndulo ese cúmulo de actos estableciendo luces donde evitemos nuevas borrascas a la democracia”, señaló.
“Luego en cadena nacional les expresaste, Nicolás, ante solicitud de ellos el reconocimiento por los daños en concordancia con el artículo constitucional número 30, situación que avalamos para todos estos venezolanos, incluyendo Nicolás para ser justos con la historia también con los caídos del 27N y 4F del año 1992, del 23 de enero de 2014 a la fecha. Tanto civiles como militares, la justicia de Dios es una sola”.
“El ejercicio de poder tiende a mostrarnos contenidos que obvian realidades, alejando del éxito la huella de una gestión pública, compromiso universal cuando se admite como mando popular servirle al prójimo que sufre y muere, al que vive y goza, al doliente de la libertad, al que clama la vida, al que llora la muerte”, sostiene Zambrano en la misiva, con la seguridad de que a raíz de experiencias anteriores se debe evitar la repetición de “luto programado” para permitir el reencuentro del otro y la convivencia con respeto.
Zambrano menciona en este documento consignado en el Palacio de Miraflores a Carlos Ortega, Hermanos Farías, Manuel Rosales, Oscar Pérez, Eduardo Lapi, Ramón Martínez, Mariano Navarro, Marcos Hurtado, Héctor Robain, Erasmo Bolívar, Luis Molina, Iván Simonovis, entre quienes viven tras las rejas o en el exilio, como evidencia de la necesidad de solventar el tema de los prisioneros.
“Se les borra la vida, el almanaque, apilándose sentimientos, se les detiene el reloj y como ellos tantos otros que también conoces, hombres y mujeres, fallecidos y heridos, compatriotas, respetados y respetadas, creadores de vida a quienes expreso mi reconocimiento y solidaridad, el abrazo sus familias y adherentes, hermanos y hermanas, a todos los que queremos lo mejor para nuestra patria”, afirmó.