Empieza un verano de una importancia estratégica para el Barça, que remodelará su plantilla asumiendo que no puede fallar en los fichajes. Los habrá en todas las líneas, incluida la delantera, donde si se hace un análisis tranquilo pese al mal saldo de la temporada, en el Camp Nou se dispone ya hoy de uno de los mejores ataques del mundo. La idea es redondearlo.
Todo es perfectible y la delantera, también: con lo que ya había en casa, con lo que vuelve, y con lo que vendrá. Los técnicos azulgrana perciben en esa línea un amplio margen de mejora. El primer objetivo es evidente. Entre lesiones y otros problemas ya conocidos, ha quedado como gran cuenta pendiente la química de campo entre Leo Messi y Neymar.
Luis Enrique tiene muy claro que su éxito como entrenador del Barça será mucho más viable si Messi y Neymar cuadran sus virtudes, las complementan.
En su primera temporada juntos son muy pocos los ratitos en que ambos brillaron a la vez, así que esa conexión entre el mejor jugador del mundo todos estos años y la gran estrella de Brasil sólo puede ir a mejor, y para eso se buscarán soluciones tácticas.
En su peor campaña en años, Messi acabó con 41 goles. Neymar, autor de 14 tantos, vivió su año de transición América-Europa y lo normal es que sea mucho más determinante a partir de ya. Si se logra ese objetivo, el Barça dará un salto de calidad.
Mundial azulgranísimo
El Mundial que está a punto de empezar debe realimentar la autoestima y el optimismo del culé: sus jugadores son la base del vigente campeón del mundo, España, y Messi y Neymar son las figuras de dos de los grandes favoritos al título, Argentina y Brasil.
Falta el fichaje que pondrá la guinda a la delantera. Toma fuerza el nombre de Marco Reus, el mejor jugador de la Bundesliga. Significaría reforzarse con una de las estrellas de Alemania, la otra favorita del Mundial.
Si este torneo marca el pulso del fútbol, el Barça completaría el círculo con Reus, cuyo precio, 35 millones de euros, parece razonable. Los técnicos culés conocen la evolución de Reus y convence por casi todo: su regate, su gol (16 este año) y su versatilidad táctica, ya que de medio campo en adelante, desde el interior o como extremo, juega por las dos bandas.