AFP.- Israel ha lanzado una amplia ofensiva aérea contra el movimiento palestino Hamas en la franja Gaza para acabar con los disparos de cohetes desde ese territorio y no descarta una invasión.
Desde el comienzo de su operación “Protective Edge” (“Barrera protectora”), el lunes a medianoche, la aviación efectuó decenas de ataques en la franja de Gaza, feudo del movimiento islamista, donde de momento ha habido un palestino muerto.
“El objetivo es golpear a Hamas y reducir el número de cohetes disparados contra Israel”, dijo este martes un portavoz militar.
Un alto funcionario israelí que pidió el anonimato confirmó que “el ejército se está preparando para todos los escenario posibles, incluyendo una invasión o una operación terrestre”.
En un comunicado, el presidente palestino, Mahmud Abas, ha exigido a Israel que ponga fin “de inmediato” a su campaña, y a la comunidad internacional que “intervenga inmediatamente para detener la peligrosa escalada que podría provocar más destrucción e inestabilidad en la región”.
La nueva espiral de violencia, la más grave desde noviembre de 2012, tiene su origen en el secuestro el 12 de junio de tres estudiantes israelíes en Cisjordania, que días después fueron hallados asesinados. Poco después, un adolescente palestino fue raptado y quemado vivo en Jerusalén.
El ejército israelí ha enviado refuerzos cerca de la frontera con Gaza, a fin de estar “listo para lanzar un ataque terrestre en caso de que sea necesario”, según Peter Lerner, un portavoz militar.
“Los ataques aéreos que hemos llevado a cabo no son más que una etapa. La operación no tiene límite de tiempo”, aseguró.
En las más de 50 incursiones aéreas efectuadas antes del amanecer, la aviación israelí destruyó casas de activistas de Hamas, a los que Israel atribuye los últimos ataques con cohetes. Un combatiente del movimiento islamista murió y 22 personas resultaron heridas en Gaza, entre ellas siete niños y dos mujeres, afirmaron fuentes palestinas.
- ‘Hamas va a pagar’ -
Las brigadas Ezzedin al Qasam, la rama militar de Hamas, acusaron a Israel de haber cruzado “una línea roja atacando casas”, y amenazó con “ampliar el radio” de sus ataques.
Según el ejército israelí, 25 cohetes lanzados desde Gaza cayeron en el sur de Israel en las primeras horas del martes, sin causar víctimas. En total han caído en esa zona más de 300 proyectiles en las últimas tres semanas.
Por precaución, este martes estaban cerradas las escuelas y las colonias de vacaciones situadas en un radio de 40 km alrededor de Gaza.
“Estamos dispuestos a librar una batalla contra Hamas que no terminará en unos pocos días. El ejército proseguirá su ofensiva de forma que Hamas va a pagar un precio muy alto”, advirtió el ministro de Defensa, Moshe Yaalon.
“Sólo podremos restablecer la calma cuando le hayamos demostrado a Hamas que le interesa dejar de atacar a Israel. Pero para eso habrá que asestarle un golpe suficientemente duro”, abundó el ministro del Interior, Gideon Saar.
Hamas pide unidad
Según el gobierno de Israel, Hamas tendría un arsenal de 100.000 cohetes, algunos de ellos capaces de alcanzar Tel Aviv.
En Gaza, Ismail Haniyeh, primer ministro del gobierno de Hamas, llamó a “la unidad palestina en el frente político y en terreno”.
Hamas firmó el 23 de abril un acuerdo de reconciliación con la Organización de Liberación de Palestina (OLP), controlada por Fatah, el partido de Abas. El objetivo es terminar con la división reinante desde 2007 entre Gaza y Cisjordania, donde la Autoridad Palestina gobierna en las zonas autónomas.
Por otro lado hubo nuevos altercados en Jerusalén este, de mayoría árabe, y en las localidades árabes del norte de Israel, donde sigue encendida la cólera por el secuestro y asesinato de un adolescente palestino quemado vivo la semana pasada en la Ciudad Santa.
Treinta y nueve manifestantes fueron detenidos la madrugada del martes, según la policía. En total, unas 300 personas han sido detenidas en disturbios ocurridos desde el asesinato del muchacho palestino el 2 de julio.