El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este lunes una resolución que autoriza a las agencias humanitarias a cruzar varios puntos de la frontera siria para suministrar ayuda a la población sin necesidad de autorización por parte de Siria.
El texto fue aprobado por unanimidad, tras semanas de negociaciones entre las potencias occidentales y Rusia, el principal socio del régimen de Bachar al Asad en el Consejo y que anteriormente había vetado varias iniciativas sobre el conflicto.
La resolución tiene como objetivo facilitar la entrada de ayuda humanitaria para unos 3 millones de personas que llevan meses sin acceso a alimentos o medicinas, según dijo hoy el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En total, Naciones Unidas calcula que en Siria hay 10,8 millones de personas que necesitan ayuda, casi la mitad de ellas en áreas consideradas hasta ahora de difícil acceso.
La decisión del Consejo de Seguridad permitirá a las agencias humanitarias de la ONU y a sus socios cruzar las fronteras sirias sin necesidad de recibir permiso por parte del Gobierno sirio, que ha sido criticado repetidamente por obstruir el suministro de ayuda a la población civil.
Lo podrán hacer en cuatro nuevos puntos fronterizos, dos desde Turquía, uno desde Irak y otro desde Jordania, todos en áreas controladas por las fuerzas rebeldes.
La ONU se encargará, según la resolución, de establecer un mecanismo de vigilancia que garantice que los convoyes sólo transporten ayuda humanitaria.
Ban, en un comunicado, destacó la referencia explícita en la resolución a la necesidad de garantizar el suministro de equipos médicos, dado que "éstos han sido retirados frecuentemente de convoyes de ayuda, en violación de la legislación internacional".
La resolución tiene validez por un periodo de 180 días, después del cual el Consejo deberá revisar su aplicación.
El pasado mes de febrero el Consejo de Seguridad ya se unió para tratar de mejorar la situación humanitaria en Siria, con una resolución que exigía a todas las partes el acceso inmediato de ayuda a la población civil, un llamamiento que se repite ahora.
Sin embargo, ese texto apenas ha logrado resultados y, según los informes mensuales de la ONU, la situación de la población no ha hecho más que empeorar desde entonces.
El nuevo borrador de resolución continúa, pese a ello, sin incluir un mecanismo para castigar el incumplimiento de las instrucciones del Consejo de Seguridad y, de nuevo, se limita a señalar que podrían tomarse medidas adicionales.
Rusia se ha opuesto hasta ahora a cualquier posible sanción en la ONU contra el régimen sirio y ha vetado con el apoyo de China varias propuestas de resolución que amenazaban con medidas contra el Gobierno de Al Asad.
Los promotores de la iniciativa -Australia, Jordania y Luxemburgo- renunciaron además a plantearla bajo el capítulo 7 de la Carta de la ONU, que abre la puerta a sanciones e incluso al uso de la fuerza para aplicar las resoluciones, dado que Moscú ha dejado claro que vetará cualquier movimiento sobre esa base jurídica.
El texto fue aprobado por unanimidad, tras semanas de negociaciones entre las potencias occidentales y Rusia, el principal socio del régimen de Bachar al Asad en el Consejo y que anteriormente había vetado varias iniciativas sobre el conflicto.
La resolución tiene como objetivo facilitar la entrada de ayuda humanitaria para unos 3 millones de personas que llevan meses sin acceso a alimentos o medicinas, según dijo hoy el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En total, Naciones Unidas calcula que en Siria hay 10,8 millones de personas que necesitan ayuda, casi la mitad de ellas en áreas consideradas hasta ahora de difícil acceso.
La decisión del Consejo de Seguridad permitirá a las agencias humanitarias de la ONU y a sus socios cruzar las fronteras sirias sin necesidad de recibir permiso por parte del Gobierno sirio, que ha sido criticado repetidamente por obstruir el suministro de ayuda a la población civil.
Lo podrán hacer en cuatro nuevos puntos fronterizos, dos desde Turquía, uno desde Irak y otro desde Jordania, todos en áreas controladas por las fuerzas rebeldes.
La ONU se encargará, según la resolución, de establecer un mecanismo de vigilancia que garantice que los convoyes sólo transporten ayuda humanitaria.
Ban, en un comunicado, destacó la referencia explícita en la resolución a la necesidad de garantizar el suministro de equipos médicos, dado que "éstos han sido retirados frecuentemente de convoyes de ayuda, en violación de la legislación internacional".
La resolución tiene validez por un periodo de 180 días, después del cual el Consejo deberá revisar su aplicación.
El pasado mes de febrero el Consejo de Seguridad ya se unió para tratar de mejorar la situación humanitaria en Siria, con una resolución que exigía a todas las partes el acceso inmediato de ayuda a la población civil, un llamamiento que se repite ahora.
Sin embargo, ese texto apenas ha logrado resultados y, según los informes mensuales de la ONU, la situación de la población no ha hecho más que empeorar desde entonces.
El nuevo borrador de resolución continúa, pese a ello, sin incluir un mecanismo para castigar el incumplimiento de las instrucciones del Consejo de Seguridad y, de nuevo, se limita a señalar que podrían tomarse medidas adicionales.
Rusia se ha opuesto hasta ahora a cualquier posible sanción en la ONU contra el régimen sirio y ha vetado con el apoyo de China varias propuestas de resolución que amenazaban con medidas contra el Gobierno de Al Asad.
Los promotores de la iniciativa -Australia, Jordania y Luxemburgo- renunciaron además a plantearla bajo el capítulo 7 de la Carta de la ONU, que abre la puerta a sanciones e incluso al uso de la fuerza para aplicar las resoluciones, dado que Moscú ha dejado claro que vetará cualquier movimiento sobre esa base jurídica.
EFE