Millares de personas presenciaron este lunes en directo en los Campos Elíseos de París el desfile militar con el que Francia celebra su fiesta nacional, y que este año contó con la participación de 80 países invitados para conmemorar el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial.
Un total de 3.752 uniformados a pie y más de 450 aviones, helicópteros, tanques y otros vehículos participaron en la marcha castrense, que presidió el jefe del Estado, François Hollande, y que se desarrolló durante dos horas desde el Arco del Triunfo hasta la Plaza de la Concordia.
Uno de los momentos más espectaculares del acto fue el ofrecido por los 54 aviones militares, como cazas Rafale y Mirage 2000 y Super Étendard o naves de transporte como el A400M, que dibujaron en el encapotado cielo de París una estela roja, blanca y azul, alusión a los colores de la bandera francesa.
Entre los aparatos exhibidos en vuelo sobre las calles de París se contó el Mirage F1CR, que tras cuarenta años de servicio efectuó su último despegue y en adelante solo se utilizará para ejercicios de formación de pilotos.
Poco después completaron el espectáculo aéreo 36 helicópteros Tigre, Puma o Gazelle, que se sumaron al cortejo de 285 vehículos, 82 motocicletas y 241 caballos de la Guardia Republicana.
Se rindió especial tributo a los paracaidistas franceses desplegados en la República Centroafricana y a los uniformados del hospital militar de Kala, en Kabul, en una celebración particularmente internacional.
Uniformados británicos, rusos o serbios se sumaron al desfile de los ejércitos franceses de tierra, mar y aire, pero también la Gendarmería, la Policía Nacional o la Cruz Roja, en el que la representación política de los países invitados se materializó, esencialmente, a través de sus ministros de Defensa.
Entre ellos, el titular español de Defensa, Pedro Morenés, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante general de la Armada, Fernando García Sánchez, que vieron desfilar a una representación del Regimiento Inmemorial del Rey n°1, la unidad militar profesional más antigua de Europa.
El 14 de julio, día en el que se celebra la toma de la cárcel de la Bastilla durante la Revolución Francesa en 1789, sirvió además para conceder 540 condecoraciones de distintos grados de la Legión de Honor, la mayor distinción de la República francesa.
Entre los distinguidos se cuentan el exministro centrista Jean-Louis Borloo o el director del torneo de Roland Garros, Gilbert Ysern.
Al término del desfile, 250 jóvenes de diversos países liberaron palomas blancas como símbolo de paz y en recuerdo de los diez millones de muertos de la Gran Guerra, en una coreografía firmada por director de danza del parisino Teatro nacional de Chaillot, el español José Montalvo (Valencia, 1954).
Por la noche, la fiesta concluirá con los tradicionales fuegos artificiales lanzados desde la Torre Eiffel.
Un total de 3.752 uniformados a pie y más de 450 aviones, helicópteros, tanques y otros vehículos participaron en la marcha castrense, que presidió el jefe del Estado, François Hollande, y que se desarrolló durante dos horas desde el Arco del Triunfo hasta la Plaza de la Concordia.
Uno de los momentos más espectaculares del acto fue el ofrecido por los 54 aviones militares, como cazas Rafale y Mirage 2000 y Super Étendard o naves de transporte como el A400M, que dibujaron en el encapotado cielo de París una estela roja, blanca y azul, alusión a los colores de la bandera francesa.
Entre los aparatos exhibidos en vuelo sobre las calles de París se contó el Mirage F1CR, que tras cuarenta años de servicio efectuó su último despegue y en adelante solo se utilizará para ejercicios de formación de pilotos.
Poco después completaron el espectáculo aéreo 36 helicópteros Tigre, Puma o Gazelle, que se sumaron al cortejo de 285 vehículos, 82 motocicletas y 241 caballos de la Guardia Republicana.
Se rindió especial tributo a los paracaidistas franceses desplegados en la República Centroafricana y a los uniformados del hospital militar de Kala, en Kabul, en una celebración particularmente internacional.
Uniformados británicos, rusos o serbios se sumaron al desfile de los ejércitos franceses de tierra, mar y aire, pero también la Gendarmería, la Policía Nacional o la Cruz Roja, en el que la representación política de los países invitados se materializó, esencialmente, a través de sus ministros de Defensa.
Entre ellos, el titular español de Defensa, Pedro Morenés, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante general de la Armada, Fernando García Sánchez, que vieron desfilar a una representación del Regimiento Inmemorial del Rey n°1, la unidad militar profesional más antigua de Europa.
El 14 de julio, día en el que se celebra la toma de la cárcel de la Bastilla durante la Revolución Francesa en 1789, sirvió además para conceder 540 condecoraciones de distintos grados de la Legión de Honor, la mayor distinción de la República francesa.
Entre los distinguidos se cuentan el exministro centrista Jean-Louis Borloo o el director del torneo de Roland Garros, Gilbert Ysern.
Al término del desfile, 250 jóvenes de diversos países liberaron palomas blancas como símbolo de paz y en recuerdo de los diez millones de muertos de la Gran Guerra, en una coreografía firmada por director de danza del parisino Teatro nacional de Chaillot, el español José Montalvo (Valencia, 1954).
Por la noche, la fiesta concluirá con los tradicionales fuegos artificiales lanzados desde la Torre Eiffel.
EFE