El grupo yihadista Agnad Masr (Soldados de Egipto) ha asegurado que usó un nuevo tipo de bombas en los atentados que el lunes 30 de junio mataron a dos policías junto al palacio presidencial de El Cairo, un "éxito" que a su juicio demuestra que el régimen egipcio se tambalea.
"Empleamos artefactos nuevos que no pueden ser detectados o inhibidos por los medios obsoletos (de la policía)", señaló en un comunicado, publicado en su cuenta oficial de Twitter en las últimas horas.
Las víctimas en las explosiones del lunes -dos muertos y trece heridos- se registraron cuando las fuerzas de seguridad intentaban desactivar las bombas colocadas diez días antes en los alrededores del palacio de Al Itihadiya.
"Nuestros heroicos jóvenes desarrollaron esas bombas después de meses de estudio y pruebas, y de seguimiento de las técnicas que emplean los aparatos criminales (policía)", agregó Agnad Masr.
También destacó que la elección de la sede de la Presidencia como blanco demuestra que "el régimen se desplomará pronto, sus órganos criminales serán derrotados y Egipto se librará de su tiranía".
Estos atentados coincidieron con el primer aniversario de las masivas protestas que condujeron a la destitución militar del presidente islamista Mohamed Mursi.
Agnad Masr, que ha reivindicado numerosos atentados perpetrados en los últimos meses, ya anunció hace cuatro días que había colocado las bombas, con el fin -agregó- de avisar a los civiles para que no se acercaran al palacio presidencial.
Este tipo de atentados ha aumentado en Egipto desde que el Ejército depusiera a Mursi el pasado 3 de julio de 2013 y tienen como principal objetivo las fuerzas de seguridad.
Las autoridades egipcias han acusado de muchos de ellos a los Hermanos Musulmanes, declarados grupo terrorista el pasado diciembre, aunque la cofradía siempre se ha desvinculado de los actos violentos.