Investigaciones anteriores sugerían vínculos entre los turnos de trabajo y un mayor riesgo de varios problemas de salud, incluyendo trastornos digestivos, ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, pero hasta ahora no estaba claro si se podía añadir la diabetes a esta lista.
Por tanto, los autores de esta nueva investigación escrutaron las bases de datos de investigación científica en busca de estudios observacionales relevantes que evaluaran las asociaciones entre el trabajo por turnos y el riesgo de diabetes. En concreto, recuperaron 12 estudios internacionales, de un total de 448 potenciales, con más de 226.500 participantes, 14.600 de los cuales tenían diabetes.
Cuando se combinaron todos los resultados juntos, calcularon que cualquier periodo de trabajo por turnos está vinculado a un 9 por ciento más de riesgo de desarrollar diabetes en comparación con las jornadas de con un horario laboral normal de oficina.
Este mayor riesgo se elevó a 37 por ciento en el caso de los hombres, después de un nuevo análisis para examinar potenciales efectos de género, el diseño del estudio, el lugar del análisis, el trabajo, un programa de cambios, el índice de masa corporal (IMC), antecedentes familiares de diabetes y los niveles de actividad física.
Las razones de este hallazgo no están claras, según los autores, quienes sugieren, sin embargo, que los hombres que trabajan por turnos deberían prestar más atención a las posibles consecuencias para la salud de su horario laboral.
Los niveles diurnos de la hormona masculina testosterona están controlados por el reloj interno del cuerpo, así que es posible que la interrupción repetida puede afectar, argumentan los científicos, señalando a la investigación que implica a los bajos niveles de hormonas masculinas en la resistencia a la insulina y la diabetes.
La mayoría de los patrones de cambio, excepto los turnos mixtos y nocturnos, se asociaron con un mayor riesgo de enfermedad en comparación con aquellos que trabajan a horas normales de oficina. Los cambios en los que las personas trabajan en diferentes partes del ciclo de 24 horas de manera regular, en lugar de un patrón fijo de rotación, se asociaron con el riesgo más alto: 42 por ciento.
Los turnos rotativos hacen que sea más difícil para las personas adaptarse a un ciclo de sueño-vigilia regular y algunas investigaciones han sugerido que la falta de sueño o el sueño de mala calidad pueden inducir o empeorar la resistencia a la insulina, según los autores.
Otra investigación ha vinculado el trabajo por turnos al aumento de peso e incremento del apetito, que son factores de riesgo para la diabetes, y el trabajo por turnos también puede alterar los niveles de colesterol y la presión arterial, añaden los autores. A su juicio, a pesar de que su estudio era grande, era de observación, por lo que no se pueden sacar conclusiones sobre la causa directa y el efecto.
Sin embargo, con un estimado de 380 millones de personas que se preveé que tengan diabetes tipo 2 en 2025, estos expertos sugieren que cualquier factor potencialmente modificable podría ser de considerable importancia para la salud pública y vale la pena investigar más a fondo.