El Banco Central Europeo (BCE) ha reducido este jueves por sorpresa los tipos de interés del 0,15% al 0,05%, con lo que sitúa el precio del dinero en niveles desconocidos hasta la fecha. Sin embargo, más importante que ello es que pondrá en marcha una compra masiva de activos en octubre, según ha anunciado su presidente, Mario Draghi. El objetivo de este programa de adquisición de deuda que emula al QE estadounidense en pequeño, es "animar el crédito a la economía real", reforzar la actividad económica y atajar las recientes dudas que se ciernen sobre la recuperación, amenazada por el riesgo de que la inflación siga en niveles demasiado bajos más tiempo de lo soportable. Con estos mismos objetivos, el instituto emisor ya bajó los tipos al 0,15% en junio y anunció que reabría la barra libre de liquidez para la banca, aunque ahora condicionada a la concesión de crédito.
El programa de compra de deuda abarcará "un amplio abanico" de activos financieros, principalmente titulizaciones (ABS) y otros bonos garantizados, tanto pública como privada. Draghi no ha querido ofrecer cifras sobre cuál será la envergadura del plan. "Es muy difícil cuantificarlo", ha justificado antes de revelar que en el consejo de gobierno del BCE se han barajado varias cifras. "Algunas de ellas se han filtrado", ha concedido el economista italiano en referencia a Reuters, que antes de la rueda de prensa había publicado que su importe alcanzará los 500.000 millones de euros.
"Las medidas se han tomado para anclar las previsiones de inflación", ha defendido Draghi en la rueda de prensa posterior al consejo tras reconocer que el ritmo de crecimiento de los precios seguirán muy por debajo de su objetivo (2%) durante mucho tiempo. Ante los periodistas, el econmista italiano ha mostrado su confianza en que la compra de activos sirva para relajar las condiciones de crédito. "Pero esto no funcionará si no continúan las reformas", ha advertido tras argumentar que la inflación ha ido peor de lo esperado en agosto. El IPC armonizado de la zona euro cayó en este mes en una décima, hasta el 0,3%, y el BCE contempla que acabe el año en un exiguo 0,6% cuando hasta ahora esperaba un 0,7%. En 2015 se quedará en el 0,9% y en 2016, en el 1,4%.
Draghi también ha explicado que ayudarán a impulsar las exportaciones y apuntalarán una recuperación que, según las previsiones revisadas hoy, será aún más anémica de lo esperado con un avance del PIB del 0,9% en 2014, una décima menos. En 2015 el crecimiento se quedará en un 1,6%, también por debajo de sus anteriores previsiones, y hay que avanzar hasta 2016 para ver la primera mejora con un repunte del PIB del 1,9%, una décima más.
En su intervención, el presidente del BCE también ha destacado que, en cualquier caso, no descartan tomar nuevas medidas si el panorama de inflación empeora y los precios caen con mayor intensidad. "Si fuera necesario, el consejo de gobierno está unido en su compromiso de usar medidas adicionales no convencionales dentro de su mandato", ha asegurado. La rebaja de tipos, ha reconocido, no ha sido unánime sino por una "mayoría confortable", lo que indica que ha vuelto a tomar decisiones en contra de Alemania, que sigue rechazando las políticas de flexibilización monetaria. Tal y como ha revelado, "algunos del consejo querían hacer más, y otros hacer menos. Nos hemos quedado en el camino del medio".Además de bajar los tipos por sorpresa, lo que en todo caso tiene escasa efectividad porque ya estaban en niveles muy bajos, el BCE ha aumentado al 0,20% lo que cobra a los bancos por el dinero que tienen depositado en sus arcas. Junto a ello, ha reducido también el tipo de interés aplicable a los créditos rápidos a un día del BCE, hasta el 0,30%. Todas estas decisiones se empezarán a aplicar el 10 de septiembre.
La noticia ha tenido un inmediato efecto en los mercados. En las divisas, el euro ha marcado nuevos mínimos anuales al borde de los 1,30 dólares. El motivo de ello es que habrá más euros en circulación, con lo que la divisa pierde valor frente a sus iguales. En las Bolsas de referencia, la reacción ha sido más moderada. Así, la sexta rebaja de tipos aprobada por Draghi desde que se hizo cargo del BCE en 2011, ha animado las compras ya que la previsión de más dinero en movimiento siempre es bienvenida en los parqués. En España, el Ibex ha pasado de subir un 0,40% a repuntar hasta un 1,22%, aunque luego ha moderado el alza hasta el 0,80%. El Cac de París ha ganado a la misma hora un 1,15%, y el Dax de Fráncfort, un más prudente 0,42%.
El pasado 22 de agosto, Draghi ya aseguró en un simposio de banqueros centralescelebrado en Jackson Hole que los preparativos para lanzar un programa de compra de ABS "avanzaban con rapidez".
En Reino Unido y antes de la rueda de prensa de Draghi, el Banco de Inglaterra ha anunciado que deja sin cambios los tipos de interés, que en su caso están en el mínimo histórico del 0,5%. También ha confirmado su programa de estímulo del mercado crediticio, en el que ha invertido 375.000 millones de libras (469.000 millones de euros) para la compra de activos públicos y privados.EL PAIS