Luego de intensas horas de trabajo, un grupo de científicos alcanzó que la bacteria intestinal E.coli (Escherichia coli) emitiera gas propano.
Aunque el principal objetivo fue convertir la energía solar en un sustituto de combustibles fósiles, el éxito alcanzado esta vez resultó solo una milésima en lo realmente desean. No obstante, el grupo de especialistas afirmó que se trata de tiempo para aplicar este novedoso método.
“Pese a que hemos conseguido solo pequeños volúmenes, el combustible que hemos producido está listo para ser consumido en un motor ahora mismo”, aseguró Patrik Jones, del Colegio Imperial de Londres.
Jones mantuvo todas sus expectativas en este proyecto y espera que en menos de una década este logro pueda ser desarrollado al máximo para así conseguir su comercialización. “Intentamos que en un futuro, podamos utilizar este método de producción fotosintética para convertir la energía solar en combustible químico”, expresó el especialista.
Con información de Rt Actualidad