El Programa Mundial de Alimentos (PMA) reanudó hoy la distribución de asistencia en la provincia iraquí de al-Anbar con la intención de llegar a 76.000 personas en necesidad urgente de ayuda alimentaria.
La agencia de la ONU había suspendido sus operaciones en la zona en mayo pasado debido a las condiciones de seguridad.
Esta semana, el PMA repartió las primeras raciones de víveres a las familias desplazadas en las ciudades de Ramadi y Heet.
Con estas entregas, suman casi 850.000 las personas que han recibido asistencia del PMA de junio a la fecha.
Según datos de la ONU, la violencia en Iraq ha desplazado a 1,5 millones de personas que ahora viven en condiciones precarias sin acceso a agua, comida y otros insumos básicos.
El director regional del PMA para Oriente Medio, Mohamed Diab, advirtió que la situación humanitaria se deteriora más día tras día y que el número de desplazados aumenta a un ritmo alarmante algunas veces en áreas de difícil acceso para asistirlos.