El exembajador Milos Alcalay fue deportado cuando se disponía a ingresar a Managua, capital de Nicaragua, para asistir a un evento internacional organizado por la Liga Mundial de la Libertad y Democracia al cual había sido invitado como ponente y asistían también varios dirigentes políticos de la región.
Al ingresar al aeropuerto las autoridades nicaragüenses le preguntaron el propósito de su visita y al responder que era invitado al evento sobre Libertad y Democracia, le negaron la entrada, le quitaron su pasaporte y lo pasaron a una sala con otras personas. Horas después lo subieron a un avión con destino a Panamá.
A Alcalay lo retuvieron en un cuarto con presuntos delincuentes y le impidieron realizar una llamada telefónica. Tuvo que adquirir un boleto hacia Venezuela.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) rechazó la deportación de Alcalay.
Esta es la segunda vez que el gobierno de Ortega impide la entrada al país a un líder político venezolano. En agosto de 2013 el exgobernador Henrique Salas Feo fue también expulsado de Managua.