El presidente de Guyana, Donald Ramotar, disolvió este lunes el Parlamento por un período máximo de seis meses con el objetivo, dijo, de evitar debates estériles con la oposición a pocos meses de las elecciones generales y regionales de enero 2015.
Ramotar anunció su decisión a la Asamblea Nacional, que podría reunirse este lunes, ya que el presidente de ese cuerpo legislativo, Raphael Trotman, no ha recibido todavía una copia por escrito de la postura tomada por el jefe del Ejecutivo.
"Algunos pueden preguntarse por qué mi Gobierno ha optado por la ruta constitucional -que le facultad a disolver el Parlamento- y no ha participado del debate. La respuesta está en que es lo más práctico ante el ambiente de confrontación y la falta de confianza que un debate podría fomentar", justificó Ramotar.
Según la Agencia de Información Gubernamental de Guyana, el ministro de Recursos Naturales y Ambiente, Robert Persaud, dijo que el presidente está presionando el "botón de reinicio" en un esfuerzo por resolver asuntos críticos con la oposición.
Persaud indicó que la disolución del Parlamento ayudará a disminuir la tensión entre el Gobierno y la oposición, formada por la Asociación por la Unidad Nacional (APNU, por sus siglas en inglés) y la Alianza por un Cambio (AFC, por sus siglas en inglés).
El secretario de Estado, Roger Luncheon, citó el artículo 70 de la Constitución de Guyana que permite la disolución del Parlamento, que supondrá que propuestas como las enmiendas a la Ley contra el lavado de dinero y terrorismo financiero queden congeladas o desestimadas.
Además, el presupuesto gubernamental de 2015 no estará aprobado cuando comience el próximo año fiscal.
El líder de la oposición, David Granger, denunció por su parte que la disolución del Parlamento permitirá al Gobierno utilizar fondos del presupuesto sin la necesidad de la ratificación de los votos de la cámara legislativa.
Guyana celebra elecciones generales y regionales en enero de 2015 y elecciones locales en el segundo semestre del próximo año.
Ramotar anunció su decisión a la Asamblea Nacional, que podría reunirse este lunes, ya que el presidente de ese cuerpo legislativo, Raphael Trotman, no ha recibido todavía una copia por escrito de la postura tomada por el jefe del Ejecutivo.
"Algunos pueden preguntarse por qué mi Gobierno ha optado por la ruta constitucional -que le facultad a disolver el Parlamento- y no ha participado del debate. La respuesta está en que es lo más práctico ante el ambiente de confrontación y la falta de confianza que un debate podría fomentar", justificó Ramotar.
Según la Agencia de Información Gubernamental de Guyana, el ministro de Recursos Naturales y Ambiente, Robert Persaud, dijo que el presidente está presionando el "botón de reinicio" en un esfuerzo por resolver asuntos críticos con la oposición.
Persaud indicó que la disolución del Parlamento ayudará a disminuir la tensión entre el Gobierno y la oposición, formada por la Asociación por la Unidad Nacional (APNU, por sus siglas en inglés) y la Alianza por un Cambio (AFC, por sus siglas en inglés).
El secretario de Estado, Roger Luncheon, citó el artículo 70 de la Constitución de Guyana que permite la disolución del Parlamento, que supondrá que propuestas como las enmiendas a la Ley contra el lavado de dinero y terrorismo financiero queden congeladas o desestimadas.
Además, el presupuesto gubernamental de 2015 no estará aprobado cuando comience el próximo año fiscal.
El líder de la oposición, David Granger, denunció por su parte que la disolución del Parlamento permitirá al Gobierno utilizar fondos del presupuesto sin la necesidad de la ratificación de los votos de la cámara legislativa.
Guyana celebra elecciones generales y regionales en enero de 2015 y elecciones locales en el segundo semestre del próximo año.
EFE