Raúl Castellanos Latouche
El hampa sigue desbordada en Tinaquillo al inicio del año 2015 y las autoridades, que tienen la función de cumplir con los cacareados “planes desarme y navidades seguras”, se ven sobre pasados por la delincuencia.
Esta vez el turno como víctima cayó en el dirigente político de Primero Justicia de Tinaquillo, Leonardo Gámez. Según reportes de sus familiares, Gámez de 27 años, fue interceptado este sábado 3 de enero, cerca de las 7:30 pm, en el sector Apamates II de la población, por unos individuos a bordo de un Ford K Rojo, con el propósito de robarle el vehículo que conducía.
Relatan que uno de los malhechores, tocó la ventanilla del lado del chofer que conducía el dirigente político y éste al observar la amenaza, la reacción fue tratar de salir del lugar, acelerando el carro para luego estrellarse contra un objeto fijo. No obstante, los delincuentes al notar la huida, comenzaron a efectuar disparos para detener su escape, dando 3 proyectiles en el cuerpo del líder de PJ, quien fue trasladado de forma inmediata al hospital Joaquina de Rotondaro para su respectiva atención médica.
Informes clínicos refieren que Leonardo Gámez, a pesar de sus heridas, se encuentra estable y en constante observación médica, para posteriormente evaluar las posibilidades de efectuar una intervención quirúrgica y extraer una de las balas que se encuentra todavía alojada en su cuerpo.
Hechos como este se repiten en Tinaquillo a cada momento, las calles están siendo invadidas por la delincuencia, las autoridades hasta la fecha han diseñado más de 24 planes de seguridad sin resultados satisfactorios. Los ciudadanos se encuentran desprotegidos a merced de la nada. Cuántos sucesos tendrán que seguir pasando, cuántas víctimas tendrán que dejar de derramar su sangre para que la justicia derrote a la impunidad. La bolita nuevamente está en las manos de aquellos que por decisión propia quisieron ser gobernantes. El mandato del pueblo es que hagan su trabajo y dejen atrás tantas excusas absurdas. La ciudadanía exige seguridad, entre tantas otras cosas.
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