En la mayor parte de los conflictos, las mujeres y las niñas sufren desproporcionadamente el lastre de la violencia sexual y la brutalidad de esos actos se ha convertido en una constante que solo desaparecerá cuando se alcance la igualdad de género en todos los terrenos.
Así se expresó este viernes la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Kyung-wha Kang, durante su participación en un debate del Consejo de Seguridad sobre la protección de civiles en los conflictos armados.
Kang lamentó que 15 años después de que el órgano de seguridad de Naciones Unidas haya hecho de la protección de la población una prioridad de su mandato, esa tarea sea cada vez más onerosa y las atrocidades sigan siendo sistemáticas.
Agregó que las crisis exacerban las desigualdades de género.
"Aunque las comunidades enteras sufren el impacto de los conflictos armados, las mujeres y las niñas son a menudo las primeras en perder sus derechos a la educación, a la participación política y a sus medios de vida, entre otras garantías violadas claramente", dijo.
Kang afirmó que para combatir este tipo de violencia hace falta entender las dinámicas sociales, económicas y de poder que afectan a la mujer.
Además, enfatizó que se debe expandir la representación y participación de las mujeres en el liderazgo político, las fuerzas de seguridad y los mecanismos de rendición de cuenta de los países.