El sufrimiento humano continúa en la República Centroafricana y más de dos millones 700.000 personas necesitan asistencia para sobrevivir, subrayó este lunes una misión conjunta de la ONU y la Unión Europea.
Los altos funcionarios concluyeron una visita de cinco días a ese país africano afectado por más de dos años de guerra civil y violencia sectaria que han producido el desplazamiento interno de una cifra superior al medio millón de personas.
Al menos otros 190.000 han buscado asilo en otros países tras los continuos enfrentamientos de la alianza musulmana Seleka y la milicia anti-Balaka, de mayoría cristiana.
La secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, quien lidera la misión, dijo que los desplazados están viviendo en pésimas condiciones.
Kyung-wha Kang alertó que la crisis en la República Centroafricana es cada vez más compleja ya que los grupos armados se fragmentan en numerosos bandos, lo que ha generado una criminalidad generalizada.