Pep Guardiola prefiere eludir al Barça en las semifinales y que le toque enfrentarse a su ex equipo en la final que se disputará en Berlín, a partido único. El entrenador del Bayern piensa, por un lado, que a doble partido el Barça es hoy por hoy superior y, por otro, que cuanto más tarde se produzca el enfrentamiento más jugadores habrá recuperado el campeón alemán, que acaba de afrontar y superar la eliminatoria de cuartos contra el Porto con muchas bajas.
Guardiola quedó convencido de que Messi es un jugador de un nivel inalcanzable cuando acudió al Camp Nou a presenciar en directo, en su localidad de abonado en el estadio, la vuelta de la eliminatoria de octavos de final ante el Manchester City.
Todo el equipo barcelonista estuvo aquella noche a un enorme nivel, tanto futbolístico como competitivo, pero Leo ofreció una exhibición descomunal que ratificó la sensación de Guardiola de que el argentino sigue siendo el mejor, a una diferencia abismal de los demás, y que a dos partidos es muy difícil mantener el pulso.
Por otro lado, sabe que en las próximas semanas recuperará efectivos tras la plaga de lesionados que ha venido sufriendo. Y uno de ellos puede ser Alaba, que llegaría justito para la final. Con el austríaco en condiciones para el partido de Berlín y a noventa minutos en lugar de 180, Pep sí ve opciones de salir vencedor ante el Barça de Messi. MD