América Latina y el Caribe es la región del mundo que más ha avanzado en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo del Milenio referente a la mortalidad infantil. Entre 1990 y 2013 las muertes por cada mil nacimientos, disminuyeron de 54 a 18.
Este avance de 67% superó el promedio mundial de alrededor de 50%.
Según el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), a pesar de las cifras generales en nuestra región, factores como la desigualdad económica y el aislamiento geográfico de algunas zonas determinan enormes diferencias entre un país y otro.
Por ejemplo, un niño que nace en Haití tiene diez veces más probabilidades de morir que un niño nacido en Cuba. Pero las disparidades son grandes también dentro de un mismo país, como en el caso de Bolivia, donde un bebé que nace en condiciones de pobreza tiene dos veces más probabilidades de perecer que uno nacido en una familia de mayor ingreso.
UNICEF reconoce los logros alcanzados; sin embargo, considera que los 17.000 niños que fallecen cada día a nivel mundial por problemas de salud prevenibles, son demasiados.
Luisa Brumana, asesora regional de salud para UNICEF habló con Radio ONU sobre los objetivos para los próximos 15 años, entre los que destacan atender los efectos de la inequidad y prevenir los nuevos problemas de salud infantil, como la obesidad.