Las parejas que se dan besos apasionados no solo pasan un momento placentero y romántico, también están cuidando su salud bucal y, por ende sus dientes.
Según explican los especialistas, cuando besamos a alguien en la boca se activan las glándulas salivales y el flujo de saliva aumenta.
El agua, proteínas, electrolitos y sales minerales que contiene la saliva, ayuda a limpiar los restos de comida, combatir las bacterias, virus y hongos. Asimismo neutraliza los ácidos en la boca que pueden dañar nuestros dientes y encías.
“El beso es la naturaleza del proceso de limpieza”, explica la dentista Heidi Hausauer en el sitio WorlDental.org.
Además, un beso apasionado combate las caries. Y es que las sales minerales de la saliva ayudan a la reconstrucción del esmalte de los dientes, previniendo la erosión dental.
Andréa Demirjian, autora del libro ‘Besos: Todo lo que usted siempre quiso saber acerca de uno de los placeres más dulces de la vida’, destaca también que un ósculo ayuda a reducir la presión arterial, elimina los calambres y dolores de cabeza, aumenta las hormonas de la felicidad y quema calorías.