Las FARC han recibido un nuevo golpe, el tercero de gran envergadura desde que decidieron suspender la tregua unilateral el pasado viernes, lo que aumenta la tensión que vive el proceso de paz. En un operativo conjunto realizado el lunes por las Fuerzas Militares y la policía en las selvas del Chocó, al noroeste del país, murió en medio del combate Alfredo Alarcón Machado, conocido como Román Ruiz, jefe del bloque Noroccidental de esa guerrilla y miembro desde hace poco del Estado Mayor Central, la segunda instancia de todo el grupo subversivo. Así lo confirmó un comunicado del Ejército divulgado en la tarde de este martes.
Este bloque guerrillero actúa según las autoridades en cuatro departamentos del país y está vinculado al narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión y la siembra de minas antipersona. Su máximo jefe, Isaías Trujillo, y su segundo, Pastor Alape, forman parte de la delegación de las FARC que negocia con el Gobierno en Cuba. Esta es la razón por la que Román Ruiz estaba al mando en el momento del operativo lanzado por el ejército. El Noroccidental fue el responsable en noviembre pasado del secuestro del general Rubén Darío Alzate, lo que provocó la primera gran crisis del proceso de paz ya que el presidente Juan Manuel Santos lo suspendió hasta que no fue liberado.
Ahora, con la muerte de Román Ruiz, quien llevaba más de 35 años en el grupo y de dos guerrilleros más que aún no han sido identificados, la cifra de muertos en medio de bombardeos y combates se eleva a más de 40 en los últimos cinco días. Sobre Ruiz pesaban varias órdenes de captura por rebelión, homicidio, secuestro y extorsión, y las autoridades ofrecían cerca de 500.000 dólares de recompensa por información sobre su paradero.
Este nuevo operativo se da sólo dos días después de que el Ejército bombardeara un campamento de las FARC muy cerca de Chocó, en el vecino departamento de Antioquia, donde murieron diez guerrilleros y dos menores de edad fueron recuperados. Y a cinco días de que perdieran a 27 de sus hombres en Cauca, también en un bombardeo, lo que detonó la suspensión de la tregua unilateral que habían declarado en diciembre pasado.
En el ataque de este lunes no hubo un bombardeo pero la Fuerza Aérea sí apoyó, con fuego cercano, a los militares en el momento en que entraron en combate con los guerrilleros, según informó el mayor general Leonardo Pinto en una rueda se prensa.
Ante el escalamiento del conflicto armado, el comando de las Fuerzas Militares ordenó a sus tropas en todo el país un “acuartelamiento de primer grado” ante eventuales retaliaciones por parte de la guerrilla. También se redoblarán los operativos de seguridad en las zonas en las que hay presencia activa de las FARC.
Todo esto ocurre cuando los negociadores de la guerrilla y el Gobierno reanudaron el lunes las conversaciones de paz en La Habana. Los negociadores de las FARC han asegurado que no se pararán de la mesa de negociaciones, pero insisten en un cese bilateral al fuego. Santos, por su parte, pidió acelerar las negociaciones y ordenó a los militares “no bajar la guardia”.
EL PAIS