La reina Letizia se ha reunido este martes con Julieta Castellanos, una de las voces más poderosas de los derechos humanos en Latinoamérica. Esta rectora de la principal universidad de Honduras, cuyo hijo fue asesinado en 2012 a manos de la policía, se ha convertido en la figura más reconocida del país en la lucha contra los homicidios -un mal que equipara a la región con otras naciones en guerra- y la corrupción.
Aunque breve, la visita de doña Leticia sirve a la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) para poner en la agenda un problema que a menudo queda sepultado en el país centroamericano. En una región donde se cometen entre 20 y 30 homicidios al día, la violencia doméstica no recibe demasiada atención. “Es muy significativo que entre todos los proyectos en Honduras, ella haya elegido este, el consultorio”, ha agregado Castellanos.
La académica espera que, gracias a este impulso, el problema “se coloque en la agenda” y los abogados locales, que suelen inclinarse por asuntos mercantiles y criminales, hagan esfuerzos por centrarse en la violencia familiar. El consultorio atendió el año pasado más de 10.000 casos, la mayoría relacionados con divorcios, demandas por paternidad, malos tratos e impago de régimen alimenticio.
Julieta Castellanos es un personaje clave en su país. Respetada por haber modernizado la universidad que dirige, comenzó a ser conocida públicamente cuando luchó contra la impunidad al crear una comisión encargada de investigar el golpe de Estado que sacó del poder -en pijama, literalmente- al presidente Manuel Zelaya. La académica también fundó el Observatorio de la Violencia de Honduras, un centro de estudios desde donde analiza la barbarie criminal que azota a esta nación de poco más de ocho millones de habitantes.
El asesinato de su hijo, Rafael Vargas Castellanos, puso más reflectores a la lucha contra la impunidad que comanda la rectora. Sus continuas críticas a la filtración criminal en las policías -al fin y al cabo ellos fueron quienes se lo arrebataron- provocaron que cientos de agentes corruptos fueran expulsados del cuerpo. Para Castellanos, el apoyo de la Reina es un nuevo impulso para construirun Honduras distinto, mejor.EL PAIS