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El Secretario General de la ONU condenó enérgicamente el asesinato de un integrante de la Misión Multidimensional Integrada de la ONU para la Estabilización de la República Centroafricana (MINUSCA), cometido el domingo por la mañana.
Los cascos azules de la MINUSCA fueron atacados por un grupo armado cuando llevaban a cabo un operativo para arrestar al sospechoso de un crimen, siguiendo la orden de la Fiscalía Pública de Bangui.
Un efectivo fue asesinado y ocho más fueron heridos. La Misión arrestó a tres individuos sospechosos de ese ataque.
Ban Ki-moon repudió firmemente cualquier agresión contra las fuerzas de paz de la ONU y llamó a tomar medidas expeditas para enjuiciar a los responsables del crimen.
Del mismo modo, instó a todos los grupos armados a respetar la imparcialidad de la MINUSCA.
Ban reiteró el compromiso de la ONU de apoyar a las autoridades de la República Centroafricana en su combate a la delincuencia y la impunidad, según lo establece el mandato de la Misión.
El titular de Naciones Unidas expresó sus condolencias a la familia del casco azul caído y al gobierno y pueblo de Camerún, país de donde provenía.