AVN.- En el sector El Tigre de la parroquia Mapararí, en el municipio Federación del estado Falcón, al occidente del país, Rolando Jiménez prepara uno de los siete Patios de Turas en los que este miércoles celebran el Baile de las Turas, ritual tradicional de la zona, que honra a la Pacha Mama por la prosperidad de las cosechas.
Los Patios de Turas son espacios ubicados en la parte posterior de las casas, donde se dispone la denominada choza cultural en la que se prepara el altar que es venerado con baile y música.
Rolando pertenece a la cuarta generación familiar que lleva adelante la tradición y tiene más de 26 años siendo el capataz turero, jerarquía otorgada al hombre más longevo de la familia, que tiene la voz de mando para preparar la logística del evento e iniciar propiamente la celebración.
"Por más de 62 años hemos honrado a Dios, primeramente, y a sus divinidades por toda la provisión de este año; por las cosechas de jojoto, caraotas, quinchonchos y frijoles", especificó.
El patio de Turas es un lugar sagrado y apartado exclusivamente para la tradición, en la que se usa únicamente la chicha de maíz como bebida para brindar y celebrar.
"Aquí no hay nada de alcohol. Es un lugar sagrado, y no puede ser usado para ningún otro tipo de celebración ni evento", recordó.
En el altar que es levantado son arrimados restos de las cosechas de maíz, granos, ocumo y otros alimentos, como símbolo de la prosperidad recibida y también en ofrenda a Dios para garantizar la producción del próximo año.
Tomasa Macho, cultora de la zona, recuerda que esta tradición data en esta localidad desde hace más de 200 años, cuando las etnias Jirajara y Ayaman decidieron honrar al Señor y a la naturaleza por la lluvia, la multiplicación de la cosecha y la salud para trabajar la tierra.
Macho contó que el sonar del manantín, instrumento tipo garrote, tejido, en manos del capataz, es la señal que indica que el baile va a iniciar. Este sonido induce la relajación y el agradecimiento, acompañado de otros artículos como las maracas, la flauta hembra y el cacho venado.
En siete comunidades del municipio Federación se conmemora cada 23 de septiembre este ritual: La Vellita, San Pedro, Maparari, Villa de Oro, Barrio nuevo, El Tucal y La Duquesa.
Este año, unas 5.000 personas en estas localidades participan en estas fiestas, indicó Macho. "Queremos que las nuevas generaciones conozcan cuáles son nuestras raíces, cuál es el fin y todo lo que hay detrás de esta tradición", enfatizó.