El papa Francisco bendijo a los santiagueros desde la terraza de su Catedral, ante una plaza abarrotada, donde agradeció la calidez que ha recibido del pueblo cubano durante su visita a la isla, que finaliza hoy.
“Son ustedes amables, bondadosos. Hacen sentir a uno como en casa”, dijo el pontífice en su bendición a la ciudad tras haber participado en un encuentro con familias en el interior del templo.
Francisco pidió a los cubanos que no descuiden a los abuelos, a las personas mayores, porque “son nuestra memoria viva”, ni tampoco a los niños y jóvenes porque son el futuro y representan la fuerza de un pueblo.
El pontífice llegó a la catedral procedente del Santuario del Cobre, donde celebró su última misa en la isla, tras un trayecto en papamóvil a lo largo de unos 20 kilómetros por las principales avenidas y calles de la ciudad en las que se habían congregado miles de personas para saludarle en una mañana soleada.
“Cubanos vivieron penurias que no apagaron la fe”
El papa Francisco destacó que el pueblo cubano vivió “dolores” y “penurias” que no acabaron con su fe en Dios, al oficiar una misa en el Santuario de la Virgen de la Caridad, cerca de Santiago de Cuba, la última de su visita a la isla.
“El alma del pueblo cubano (…) fue forjada entre dolores, penurias que no lograron apagar la fe, esa fe que se mantuvo viva gracias a tantas abuelas que siguieron haciéndolo posible, en lo cotidiano del hogar, la presencia viva de Dios”.
El pontífice argentino aludía, aunque sin mencionarlo explícitamente, al periodo en que el ateísmo fue impuesto en la isla tras la revolución cubana de 1959, en que las autoridades comunistas miraban mal a los creyentes y los discriminaban.
Cuba dejó oficialmente de ser atea en 1992 y pasó a ser laica. Las relaciones entre el Estado y la Iglesia se hicieron fluidas a partir de la visita del papa Juan Pablo II en 1998.
“Abuelas, madres y tantos otros que con ternura y cariño dieron signos de visitación, de valentía, de fe para sus nietos, en sus familias. Mantuvieron abierta una hendija pequeña como un grano de mostaza donde el Espíritu Santo seguía acompañando el palpitar de este pueblo”.
Asimismo, instó a “sembrar reconciliación” y dijo que la Iglesia quiere “tender puentes” y “romper muros”. Añadió que los creyentes son invitados “generación tras generación” a renovar su fe, a vivir lo que denominó la “revolución de la ternura”.
“Queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad”.
Y comentó que los católicos quieren ser una comunidad “que sepa acompañar todas las situaciones ‘embarazosas’ de nuestra gente, comprometidos con la vida, la cultura, la sociedad, no borrándonos sino caminando con nuestros hermanos”.
Puso el ejemplo de la vida de la Virgen María al decir que cada vez que los católicos la siguen vuelven “a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño”.
Papa viajará al mediodía a EEUU
Tras la misa, el pontífice bendecirá Santiago desde la terraza de la catedral del lado del Parque Céspedes y se dirigirá al aeropuerto, desde donde partirá hacia Washington, próxima etapa de su viaje de nueve días a Cuba y Estados Unidos.
Francisco culmina así su visita de 72 horas a Cuba en pleno período de acercamiento entre Washington y La Habana gracias a su propio papel como facilitador.
En EEUU, se prevé que el papa se reúna con el presidente Barack Obama, hable ante la Asamblea de las Naciones Unidas y visite Washington, Nueva York y Filadelfia.afp /EFE