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domingo, 20 de septiembre de 2015

“Erradicar la pobreza es ir a la luna, ambicioso pero posible”

Las vocales se alargan, las erres suenan quebradas; el acento se pierde. Al otro lado de la línea telefónica, desde Washington, la voz de Bertrand Badré, director general y director de la Oficina Financiera del grupo Banco Mundial, se escucha próxima pero concentrada. Sabe que afronta un desafío con una trascendencia distinta a sus cargos anteriores en Société Générale o Crédit Agricole. Tampoco tiene que ver con su experiencia en el equipo diplomático del expresidente francés Jacques Chirac. Esta es una negociación muy distinta.
El 25 de septiembre, en Nueva York, los representantes de las Naciones Unidas lanzan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El proyecto más ambicioso en la historia del planeta en el empeño de construir una sociedad global y mejor. Tiene forma de 17 objetivos y 168 metas y en ellas encuentran espacio la educación, la seguridad alimentaria, el empleo, la vida en los océanos… Eso sí, el orden de magnitudes marea. Se pasa de gestionar millones —como sucedía con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que concluyeron este mes tras 15 años de vigencia— a billones. De hecho, para cumplir los retos harán falta, según algunas estimaciones, 11,5 billones de dólares al año durante los próximos tres lustros. Cifras que nunca se habían manejado en la ayuda al desarrollo. ¿De dónde llegará esa marea de dinero? “Hay que movilizar los recursos nacionales, del propio país, y comprometer al sector privado”, resume Bertrand Badré. Tal vez con esa receta en 2030 —cuando finalizan los ODS— la pobreza extrema será una pesadilla lejana. Por eso “lo principal para erradicarla es que haya crecimiento económico. De cualquier manera soy optimista. Kennedy predijo que a finales de los años sesenta del siglo pasado iríamos a la luna y muchos no le creyeron. Sin embargo, frente a los augurios, fuimos. Eliminar la pobreza es como viajar a la luna. Muy ambicioso, pero posible”. De momento ya hay 400.000 millones de dólares comprometidos los próximos tres años para conseguirlo.ELPAIS