(Quito, 20 de septiembre.- Venezuela y Colombia actualmente coinciden en que en algunas zonas de la frontera hay males que afectan sus economías, pero las fórmulas para combatirlos difieren radicalmente.
En el encuentro a realizarse en Quito este lunes se estima que se traten los temas necesarios para llegar a un acuerdo que permita abrir los puentes nuevamente. Esto con la finalidad de resolver las diferencias que se han suscitado a raíz del cierre fronterizo entre estas naciones que viene extendiéndose de manera progresiva desde el 19 de agosto, hecho por el Gobierno nacional.
Los ojos de Latinoamérica están puestos sobre Ecuador como sede para resolver este conflicto, sin embargo, la incógnita sigue latente sobre qué será necesario para la reapertura de la frontera.
Por un lado, Venezuela alude que más de 30% de sus productos se van por contrabando, por el otro, están los brotes de paramilitarismo que fueron el catalizador para tomar la decisión del cierre fronterizo. Esto deja la interrogante central que radica en ¿Qué medidas tomará Colombia para subsanar los males que le extiende a Venezuela?.
La compleja relación de Venezuela y Colombia para enfrentar el contrabando de extracción
La relación de Venezuela con Colombia con el correr de los años ha sido muy dilatada, no solo por sus diferencias en cuanto a política, sino también por la divergencia en el manejo de sus economías.
En primer lugar, Colombia continúa con las reglas tradicionales de la economía de mercado. Esta nación minimiza la intervención del Estado en la economía, al tiempo que pregona el libre comercio.
En Venezuela ocurre lo contrario, pues el Estado tiene una intervención fuerte en la economía del país, a través de subsidios a productos de primera necesidad, que permite obtener la mercancía a un costo más accesible. Este hecho es el que marca, sin duda, la pauta entre ambos modelos y lo que hace el contrabando de extracción algo perenne en la frontera.
Para enfrentar esta perversión, el pasado 01 de agosto de 2014, tras una reunión sostenida en Cartagena, tanto Maduro como Santos acordaron diversas medidas para frenar el contrabando en la frontera y elevar al “más alto nivel” las relaciones comerciales entre los dos países.
De este encuentro surgió la creación del Centro Binacional de Comando y Control contra el Contrabando, medida para ir a un proceso de intercambio económico-comercial con moneda local, así como un sistema de compensación con una moneda convertible, con el objetivo de avanzar en el plan de choque contra el contrabando que tiene como objetivo atacar todas las estructuras del negocio del contrabando ilegal.
En tal sentido, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, en uno de sus últimos balances dio a conocer que entre enero y julio de este año, se ha realizado la detención de 3.728 personas involucradas en actividades de contrabando, de las cuales 1.194 se encuentran con privativa de libertad, 2.280 con medidas cautelares, mientras que el resto se divide entre libertad plena y aquellos que están por ser presentados ante la justicia.
El paramilitarismo en tierras venezolanas, la mano de la violencia desenfrenada
Las denuncias de casos de paramilitarismo en el país han estado a la orden del día desde hace mucho tiempo. Casos como el asesinato del diputado Robert Serra y el desmembramiento de Liana Hergueta han tocado la sensibilidad de los venezolanos y evidenciado, con pruebas emitidas por el Gobierno, la incursión del paramilitarismo en el país.
La más recordada es la captura del ciudadano colombo-venezolano, Leiver Padilla Mendoza, conocido como “el Colombia”, por tener responsabilidad en el asesinato del parlamentario.
Mendoza fue detenido el 2 de noviembre de 2014 en Cartagena de Indias, Colombia, tras la solicitud de extradición hecha por el Estado venezolano. Padilla es acusado de los delitos de homicidio agravado, robo agravado cometido a mano armada y asociación para delinquir.
Por el asesinato de Serra se encuentra también detenido Julio Vélez, presunto autor intelectual.
También en 2014 el país se vio sumergido en numerosas protestas generadas por las guarimbas que consistían en trancar las calles por un grupo de jóvenes y ocasionó numerosas muertes, heridos y detenidos.
Algunos se encuentran recluidos en distintas cárceles y se presume que están vinculados por grupos paramilitares.
Asimismo, recientemente en la frontera se dio una explosión con una granada que fue lanzada a un comercio por dos presuntos paramilitares, situación que el Estado anda investigando.
Con estas pruebas bajo la manga, el presidente Nicolás Maduro se dirige a su reunión con su homólogo colombiano Juan Manuel Santos, para así establecer las razones y medidas que puedan acabar con estos males, que han convertido a la frontera colombo-venezolana en un hervidero de actividades ilícitas perjudiciales para ambas naciones.
Milagros Boyer / Enviada especial de Noticias24 a Ecuador
