El Día Internacional de la Beneficencia se celebra cada cinco de agosto para resaltar que la caridad puede contribuir a la promoción del diálogo, la solidaridad y la comprensión mutua entre las personas.
La observación que fue establecida por la Asamblea General de la ONU, recuerda la fecha en que falleció la Madre Teresa de Calcuta, monja y misionera de renombre quien recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 «por su trabajo en la lucha por superar la pobreza y la angustia".
En un mensaje para la ocasión, el Secretario General, Ban Ki-moon, afirmó que en esta época en que la necesidad de asistencia humanitaria es mayor que nunca y hay más refugiados y desplazados desde la Segunda Guerra Mundial, las organizaciones de beneficencia desempeñan un papel más crucial para atender las necesidades humanas.
Añadió que los recursos, los conocimientos y el ingenio de las organizaciones filantrópicas y de voluntarios serán de ayuda inestimable para ejecutar la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Por otro lado, recordó que los organismos humanitarios y de desarrollo de la ONU también dependen de las donaciones del público y de la generosidad de los gobiernos para seguir desempeñando su labor.
Ban exhortó a todas las personas del mundo a que realicen actividades de voluntariado y beneficencia para paliar el sufrimiento humano.