El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, rechazó lo planteado por la canciller colombiana, María Ángela Holguín, en el sentido de que el organismo no se movió rápidamente para superar la crisis entre Colombia y Venezuela.
-¿Qué piensa de que el Gobierno haya descartado cualquier papel de Unasur en el manejo inmediato de la crisis con Venezuela?
Lo lamento porque hubiera sido un excelente foro para discutir la realidad de los problemas de la frontera. El proyecto político de Unasur se mueve alrededor de unos ejes articuladores como la paz, la democracia y los derechos humanos Por eso, las decisiones que tienen que ver con estos temas se toman por consenso, porque reafirman principios que no deben ser sometidos a juegos de mayorías y minorías.
-La canciller Holguín ha señalado que Unasur no se movió rápidamente.
Lamento disentir, con todo respeto, de la Canciller sobre esta apreciación. El problema no es si estamos o no preocupados por la situación humanitaria en la frontera, porque todos estamos preocupados por ella, la cuestión es qué está haciendo cada quien para solucionarla. Unasur ha venido cumpliendo su parte. En los días anteriores a la crisis hablé varias veces con los presidentes Santos y Maduro para encontrar fórmulas de acuerdo, algunas de las cuales se llevaron a la reunión de las cancilleres de Colombia y Venezuela en Cartagena. Lamentablemente, estos acuerdos, como se sabe, no se pudieron poner en cumplimiento.
Como secretario General de la Unasur pedí entonces a Venezuela suspender las deportaciones mientras se garantizaban los derechos de los colombianos en la frontera. Vino luego la petición de Colombia de las dos reuniones en Unasur y la OEA, que confundió a los cancilleres de la región, pues se solicitaron el mismo día, el 3 de septiembre, en dos sitios diferentes, Washington y Quito. Cuando se conocieron los resultados de la votación de la OEA, ya el Canciller de Uruguay, actuando como presidente pro témpore de Unasur, había convocado a la reunión pedida por Colombia y estaba buscando un consenso sobre ella cuando el gobierno de Colombia desistió.
-Entonces, ¿qué viene?
Planteamos la cumbre de los dos presidentes como una salida directa de las crisis y en esa dirección han estado ayudando en los últimos días varios presidentes de la Unión y algunos cancilleres, como los de Argentina y Brasil, de común acuerdo con la presidencia y la secretaría General. Unasur seguirá buscando salidas a la crisis dentro de su institucionalidad, el firme compromiso con los derechos humanos, el apego a la solución pacífica de controversias y el respeto a la soberanía de los países miembros.
-En Colombia algunos sectores han criticado que usted tenga la misma posición del presidente Maduro, al validar la tesis de la amenaza paramilitar contra ese país.
Unasur no puede adoptar posiciones de los países como suyas, a menos que así lo decidan los presidentes o los cancilleres. El secretario no representa a su país natal ni a ninguno otro, sino que está al servicio de la entidad. Lo que pasa es que algunos sectores en Colombia piensan que, por el hecho de ser colombiano, debo estar de lado de la posición colombiana. Lo estoy como expresidente y como ciudadano, pero no puedo ni debo estarlo como vocero de una comunidad de 12 países.
-Entonces, claramente, usted en Unasur no puede asumir la defensa de los intereses de Colombia.
El tema es distinto. En Unasur puedo y debo asumir la defensa de los intereses de Colombia, pero tengo que hacerlo respetando los intereses de los demás países que la conforman.
-Si hubiera alguna manifestación paramilitar, ¿eso justifica las violaciones de los derechos humanos de sus coterráneos?
Por supuesto que no. Para mí es evidente que el crimen organizado, con algunas raíces en Colombia, ha venido avanzando en Venezuela y que esta modalidad no tiene nada que ver con la presencia de indocumentados en las fronteras.
-¿Y las causas de la crisis de la economía venezolana son manipuladas desde Colombia?
Las causas de la crisis económica en Venezuela, como en el resto de la región, tienen que ver con la caída del precio del petróleo, el descenso de la demanda china y europea, el encarecimiento de los precios de los alimentos y, en el caso concreto de Venezuela, su condición sui géneris de depender en un medida muy alta de los ingresos del petróleo.
-¿Cree que desde Bogotá, con la “vista gorda” de Santos, se esté creando un plan para asesinar a Maduro?
Por supuesto que no. Guardo el mayor respeto por los dirigentes de Colombia y creo que el presidente Santos, en medio de esta crisis, ha mostrado una ponderación que ojalá transmitiera a algunos de sus funcionarios y a unos cuantos periodistas colombianos que perdieron la objetividad para informar sobre Venezuela.
-¿Maduro está mintiendo?
Está haciendo, como Jefe de Estado, una denuncia que debe respetarse y con la cual no estoy de acuerdo.
-¿Se configura una violación de los derechos humanos contra los colombianos deportados de Venezuela?
He visto las escenas deplorables de los emigrantes colombianos obligados a atravesar la frontera con una mochila. La situación en la frontera me preocupa como defensor de derechos humanos, me inquieta como suramericano y me duele profundamente como colombiano. Por eso, hemos propuesto en Unasur una Comisión de Verificación Regional sobre la situación de los derechos humanos en la frontera, cuyo papel no sea solamente denunciar, sino solucionar.
-¿Le duele que lo hayan tachado de anticolombiano?
Cómo no me va a doler, cuando estoy haciendo esfuerzos por fortalecer la vía del diálogo y la democracia, la única que no le dejará al país consecuencias terribles, mientras que otros se envuelven en la bandera y casi que piden la guerra.
Fuente: El Tiempo