La cancillería de la República emitió un comunicado en rechazo de las editoriales publicadas en los diarios estadounidenses The New York Timesy The Washington Post en días pasados.
En el comunicado se señala a estos dos diarios como parte de la “oligarquía colombiana” que se ha sumado a “campaña internacional de descrédito contra Venezuela”.
En líneas generales el texto rechaza el tratamiento sesgado de la información par atacar al presidente Nicolás Maduro.
A continuación el comunicado íntegro:
Los diarios The New York Times y The Washington Post de los Estados Unidos han arremetido contra Venezuela en sendos editoriales sobre el cierre de la frontera con Colombia los días 1 y 2 de septiembre. Son textos fundamentales para comprender el papel decisivo de los grandes medios de comunicación en la construcción del discurso imperial sobre Nuestra América. Dos textos vergonzosos.Al leer los editoriales se reconoce de inmediato que estos diarios no lo son solo de New York y Washington son los diarios de la oligarquía colombiana enemiga histórica de Venezuela. Una oligarquía convertida hoy en narcotraficante sobre la base de haberse convertido en el principal productor de cocaína en el mundo. Álvaro Uribe Vélez, casualmente, no es nombrado en ninguna de las editoriales.El blanco de los ataques es el presidente Nicolás Maduro y el Gobierno Bolivariano, y lo hacen de una forma grotesca, comparable con el espectáculo ignominioso que promovió una televisora colombiana al exponer un retrato del Presidente Nicolás Maduro en la vía pública e invitar a que fuera libremente insultado por los transeúntes, promoviendo el odio, el resentimiento y haciendo apología al delito.En cambio, el presidente Juan Manuel Santos no existe para The New York Times y solo es nombrado por The Washington Post una vez, para referir que su gobierno es democrático afortunadamente.Estos dos diarios, que podrían ser uno solo, quieren convencer a sus lectores de que el problema de la frontera ha sido fabricado, inventado por el Presidente Nicolás Maduro como una distracción de cara a las elecciones, que en la frontera no pasaba nada antes de la decisión de cerrarla. Este mensaje, que repite el de un reportaje previo del NYT, pretende desconocer el drama de una guerra civil que ha vivido Colombia por décadas, el criminal paramilitarismo que ha provocado millones de desplazados pobres dentro de Colombia y la emigración masiva de colombianos, de los cuales casi seis millones viven en paz en Venezuela como hermanos nuestros que son, disfrutando de todas las bondades de los programas sociales que la Revolución ha dado a su pueblo.Pretenden estos diarios, hacer ver que el delito en la frontera tiene origen en las políticas económicas del Gobierno Bolivariano y no en la violencia criminal del paramilitarismo, tráfico de drogas y contrabando que han convertido a esa región olvidada por el Gobierno colombiano en una zona libre para el delito. Es el mismo discurso sin razón del Presidente Juan Manuel Santos, que irresponsablemente ha querido hacer ver que en las diferencias ideológicas y programáticas de los dos gobiernos está la causa del flagelo criminal que ha traspasado la frontera causando muerte y desazón entre los venezolanos.La campaña de estos diarios es un capítulo más de la conspiración mediática contra Venezuela y su Revolución a la que nos han acostumbrado, pero nada arredre la decisión de construir una frontera de paz para colombianos y venezolanos.Ahora como nunca debemos alertar al hermano pueblo colombiano con las palabras de Malcolm X, que nunca leerán en The New York Times ni el The Washington Post: “Cuídate de los medios de comunicación, porque vas a terminar odiando al oprimido y amando al opresor”.