Comunidades de afectados por el terremoto en zonas remotas de Pakistán continúan esperando ayuda con el invierno cercano y problemas en la distribución de ayuda, tres días después del terremoto que ha dejado al menos 268 muertos en el país.
“Unas 250 de las 500 casas del pueblo han quedado destrozadas y las demás están dañadas. Estamos viviendo al aire libre con mucho frío. Nadie ha traído ayuda”, dijo a Efe por teléfono Gul Khan, vecino de 63 años del pueblo de Sangu, uno de los habitantes de las áreas tribales de administración federal (FATA), en el noreste del país.
El vecino explicó que muchas de las casas de esta región de Bajaur eran de barro y no soportaron el seísmo, a lo que se suma que debido a lo remoto de la zona no hay buenas vías de comunicación para llegar a los pueblos.
Khan indicó que buena parte del ganado del que dependen económicamente los habitantes de la zona ha muerto en el temblor, que causó además 1.864 heridos en Pakistán.
“Para nosotros es una crisis económica”, afirmó Khan.
Burhan Khan, de 46 años, indicó a Efe también telefónicamente que en su área de Salarzai, de FATA, buena parte de las casas se vinieron abajo y se encuentran sin reservas de comida, agua y refugio.
“Apenas hay casas que no hayan resultado afectadas por el terremoto. Puedo contar con los dedos los pueblos que han sido destruidos en la zona. Pero todavía estamos esperando ayuda”, señaló Khan.
El paquistaní, cuyo hijo resultó herido en el seísmo, explicó que hay vecinos que están enfermando por el frío y que solo hay un hospital en la zona.
En FATA murieron 26 personas, unas 50 resultaron heridas y alrededor de 300 casas se derrumbaron, de acuerdo con la Autoridad de Gestión de Desastres del país asiático.
Un portavoz de esta organización, Adil Zahoor, dijo a Efe que están intentado distribuir la ayuda.
“Estamos trabajando lo mejor que podemos para alcanzar cada esquina de FATA donde la gente ha resultado afectada. El mismo presidente (de Pakistán), Mamnoon Hussain, ha visitado Bajaur”, afirmó Zahoor.
El Gobierno de Pakistán aseguró hoy que está “totalmente capacitado” y no necesita ayuda del exterior para hacer frente a las necesidades de las víctimas del terremoto.
El seísmo del lunes de 7,5 grados con epicentro en Badakhshan, en el nordeste afgano, causó además al menos 115 fallecidos y 556 heridos en Afganistán, y ha tenido desde entonces 14 réplicas de entre 4,8 y 4,1 grados en la escala abierta de Richter.
Fuente: EFE /