(Washington 31 de octubre AP) — Bernardo Álvarez asumió el viernes como embajador de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos y expresó su esperanza de mantener una relación “franca e institucional” con Luis Almagro, quien recientemente fuera criticado duramente por un ex canciller venezolano.
“Espero tener con el secretario una relación franca e institucional, defendiendo por supuesto los intereses de mi país, que prevalezca la verdad y haya un balance y sensatez en el tratamiento del tema venezolano en esta organización”, dijo Álvarez a reporteros tras una ceremonia en la que entregó a Almagro sus credenciales como embajador.
Almagro dijo al recibir las credenciales de Alvarez que sería “genial” evitar los desacuerdos políticos y “si no, encontrar una manera de que los dos mantengamos la credibilidad”.
Alvarez asumió el cargo semanas después de que el secretario general de la OEA publicara una carta dirigida al ex canciller venezolano Elías Jaua, que lo acusó de tener una postura “antivenezolana”.
Alvarez dijo que mientras ejerce la presidencia del Consejo Permanente hasta el 31 de diciembre y durante el resto de su gestión procurará que América Latina y el Caribe puedan buscar en la OEA mecanismos para dialogar con “otros actores importantes de la zona”, como Estados Unidos y Canadá.
La OEA es el único organismo hemisférico que incluye a Estados Unidos y Canadá.
Alvarez agregó que subrayará en la OEA temas prioritarios para la política exterior venezolana, como las reivindicaciones sociales y la búsqueda de la paz, haciendo énfasis en el acompañamiento de Caracas a las negociaciones de paz que adelantan en La Habana el gobierno colombiano y las FARC.
Alvarez agregó que subrayará en la OEA temas prioritarios para la política exterior venezolana, como las reivindicaciones sociales y la búsqueda de la paz, haciendo énfasis en el acompañamiento de Caracas a las negociaciones de paz que adelantan en La Habana el gobierno colombiano y las FARC.
Estados Unidos y Venezuela no intercambian embajador desde que Washington le pidiera a Álvarez, que entonces era el jefe de la misión sudamericana, no reincorporarse a sus funciones tras unas vacaciones navideñas del 2010.