Europa solo podrá competir en el mundo digital con Estados Unidos si une fuerzas y logra un mercado único en las vanguardias tecnológicas y en su regulación. Conscientes de ello, Alemania y Francia quieren emprender cuanto antes esa vía y sumar después al resto de países de la Unión Europea. La canciller Angela Merkel y el jefe del Estado francés, François Hollande, presiden este martes en París la primera Conferencia Digital Franco-alemana a la que asisten 400 representantes de startups de los dos países, así como varios ministros y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Ya no se debe hablar de economía digital, ni del sector digital en concreto. Toda la economía, de todos los sectores productivos, ha entrado o debe entrar en una profunda transformación digital, “en una revolución digital”, como señalan en El Elíseo al explicar el origen de esta cumbre franco-alemana.
Juncker se ha marcado como un objetivo de su mandato crear un mercado único digital en Europa, pero Berlín y París quieren pasar ya a los hechos para no seguir perdiendo distancia frente a los gigantes estadounidenses. Su estrategia está basada en tres pilares: acelerar esa transformación digital en toda la economía, armonizar normas y crear un gran fondo de capital-riesgo para financiar startups y, en tercer lugar, asegurar una competencia adecuada en toda Europa que garantice un alto y similar nivel de protección de datos en todo el continente.
Entre las medidas franco-alemanas, figura la apuesta por una mayor apertura de los mercados de telecomunicaciones en toda Europa, de forma que los consumidores puedan elegir las mejores ofertas con independencia del país en el que residan. Aunque ha tardado décadas en conseguirlo, Bruselas ya ha logrado que, a partir de junio 2017, desaparezcan los elevados costes de itinerancia entre los países europeos.
Alemania ya ha lanzado hace unos meses su proyecto “Industria 4.0”, y Francia, el denominado “Industria del Futuro”. En ambos casos, se trata de digitalizar todo el aparato productivo en ambos países. Los dos países se consideran “complementarios”. Alemania tiene un desarrollo tecnológico industrial de primer nivel mundial, mientras Francia ha realizado importantes avances en la gestión de datos y su almacenamiento.
El mercado digital único europeo podría generar hasta 415.000 millones de euros anuales y crear cientos de miles de empleos. Pero también desaparecerán muchos puestos de trabajo. Por eso, los promotores de esta conferencia digital señalan que el proceso debe estar acompañado por un diálogo permanente entre empresarios y sindicatos.
En la conferencia, que concluirá con una declaración conjunta de Merkel y Hollande, participan los ministros de Economía francés y alemán, Emmanuel Macron y Sigmar Gabriel, respectivamente. Macron se reunirá con cientos de jóvenes que desarrollan startups en el complejo Escuela 42, un edificio de 4.000 metros cuadrados en París en el que 1.700 alumnos desarrollan sin coste alguno para ellos proyectos digitales. Se trata de una iniciativa del Xavier Niel, propietario de la operadora Free.
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