A pesar de que el caso Volkswagen no se ha incluido de manera formal en la agenda de la reunión de los 28 ministros de Industria de la Unión Europea (UE), es el foco de atención. Los titulares de Industria se reúnen este jueves en Luxemburgo y el ministro español,José Manuel Soria, ha sido rotundo: "Propondré medidas [al caso de las emisiones] que necesariamente deben ser europeas", ha dicho a su entrada.
Soria ha desvelado que envió una carta a la Comisión Europea la semana pasada pidiendo incluir el escándalo en el fraude de las emisiones en los controles de laboratorio en los coches en el Consejo de hoy. Finalmente, los 28 titulares de Industria hablarán de ello durante el almuerzo.
Bruselas, que prohibió en 2007 el uso de software manipuladores de las emisiones de nitrógeno en los vehículos, lleva días sosteniendo que la responsabilidad en el control de las emisiones de cada país pertenece a las autoridades nacionales y asegura que en estos ocho últimos años no ha recibido alerta alguna —varios estudios de ONG sí avisaron— del incumplimiento de las normas en cuanto a la manipulación de la emisión de nitrógeno, altamente nocivo para la salud y el medioambiente.
El ministro Soria ha devuelto este jueves la pelota a Bruselas reiterando que a un problema europeo se requieren medidas europeas. De hecho, Bruselas recibió el pasado martes al presidente del consejo de administración de Volkswagen, Herbert Diess, para que diese explicaciones: "Queremos saber cuántos vehículos, dónde y desde cuándo existe esta manipulación", declararon fuentes de Industria y Mercado Interior del Gobierno de la UE.
Los Veintiocho fueron invitados la semana pasada a rendir cuentas a la Comisión sobre el control que cada miembro hacía sobre los laboratorios de su país. Bruselas, incluso, amenazó con abrir procedimientos de infracción —que pueden derivar en sanciones— a aquellos Estados que no estuvieran respetando los límites de polución o que estuvieran permitiendo de una forma u otra la manipulación de las emisiones en los controles de laboratorio.
Bruselas, a raíz del escándalo destapado en Estados Unidos hace ya dos semanas, anunció inmediatamente la introducción de controles adicionales en la conducción real (es decir, con el coche en movimiento) a partir de enero de 2016 —aunque no entrarán completamente en vigor hasta mediados de 2017—, pues "son más fiables" en cuanto al resultado de las emisiones, reconoce la propia Comisión. Soria defiende en este aspecto que las medidas europeas deben tener bien presente que la industria del motor diésel es "clave" para la economía y la industria comunitaria y advierte, por tanto, que las nuevas fórmulas de control deben ser "compatibles" con el creciente uso del motor diésel.
Un mes para Volkswagen
El ministro de Industria español, José Manuel Soria, no ha descartado la posibilidad de que el Estado se querelle contra la compañía alemana por el escándalo de las emisiones fraudulentas. "Estamos estudiando todas las posibilidades", ha explicado a su entrada en la reunión con sus homólogos de la UE.
En todo caso, cualquier tipo de acción legal contra la multinacional automovilística deberá esperar hasta el 31 de octubre, pues es la fecha límite a la que se ha comprometido Volkswagen para examinar las emisiones "coche a coche, unidad a unidad" en todo el mundo, según Soria, para encontrar una solución a este problema. "Tendremos que esperar hasta final de mes", ha avanzado.
Soria se reunió el miércoles pasado con las autoridades centrales de la empresa que viajaron a Madrid desde Alemania con el objetivo de "resolver el problema que ellos mismos han reconocido", ha dicho el ministro.EL PAIS