El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, anunció reformas policiales para evitar el alto número de muertes de civiles tras enfrentamientos con agentes en esa ciudad de EE.UU., que han llevado a peticiones para que dimita de su cargo.
Emanuel, que tuvo que interrumpir esta semana sus vacaciones navideñas en Cuba por una nueva muerte de un afroamericano desarmado a manos de la Policía, anunció medidas para disponer de "más tiempo y distancia" a fin de permitir que una situación tensa "tienda menos a la confrontación y más a la conversación".
En una rueda de prensa en Chicago, el regidor, que compareció con el superintendente de Policía de la ciudad, John Escalante, dijo que la "fuerza debe ser la última opción y no la primera", aunque matizó que los policías "son humanos y cometen errores".
Además, la ciudad aumentará el entrenamiento en armas de choque eléctrico, conocidas como "tasers" y menos mortales, aparte de adquirir cientos de estos aparatos para promover su uso en lugar de armas de fuego real.
En junio próximo, todos los oficiales de la ciudad deberán llevar "tasers" y tener conocimiento de cómo usarlos adecuadamente.
El pasado sábado, la Policía mató a tiros a un joven negro de 19 años y a una mujer de 55 sin relación con el altercado doméstico al que respondían, algo que las fuerzas de seguridad han tachado de "accidente" y del que no se ha hecho pública información detallada.
Esas muertes han provocado una nueva oleada de protestas en la ciudad contra el Departamento de Policía y demandas para que Emanuel dimita de su cargo.
Muchos opositores a Emanuel critican al alcalde, muy próximo al presidente de EE.UU., Barack Obama, por solo actuar cuando se desata una crisis y no trabajar para prevenir décadas de abusos policiales en la ciudad.
El pasado mes, y tras mucha oposición del alcalde, un juez ordenó hacer público un video de octubre de 2014 en el que se ve como un policía descerraja 16 tiros contra un joven negro, que portaba un cuchillo pero se alejaba de los agentes.
La mayoría de los disparos se realizaron cuando la víctima ya estaba en el suelo.
EFE