Tras 10 años de haber sido marine de los EE UU, Vincent Emanuele, confesó las brutales maneras en las que sus compañeros maltrataban a los irakíes las cuales ayudaron a sembrar el resentimiento del Estado Islámico hoy en día.
“He visto a mis compañeros marines matar a personas inocentes, torturar a civiles inocentes, destruir la propiedad, mutilar cadáveres, reír y tomar fotos de las personas mientras hacían todo esto”, contó Emanuele.
En su relató aseguró que siempre supo que lo que veía era injusto, inmoral e ilegal y se ponía en la posición de los irakíes inocentes que estaban siendo maltratados, es por ello que luego de 10 años reflexionando acerca de su experiencia dentro del ejercito americano activo decidió publicar un artículo llamado “yo ayudé a crear el Estado Islámico: testimonio de un veterano de la Guerra de Irak”
“Mis pesadillas y mis reflexiones diarias me recuerdan de qué nació el EI y por qué concretamente nos odia”, agregó, describiendo las torturas, la violencia y el maltrato por parte de soldados estadounidenses a los iraquíes, niños entre ellos, a menudo por diversión.
Recordó que en los sitios donde eran colocados los desperdicios de comida, sus compañeros lanzaban botellas llenas de orina y otra basura a los niños. Asimismo, aseguró, no haber servido en los campos de detención, pero conocía las terribles historias de que los más jóvenes del ejercito torturaban y abusaban sexualmente de los reclusos.
“Conocemos a un exrecluso que sobrevivió [a uno de estos campos]: Abu Bakr al Baghdadi, el líder del EI”, resalta. “Sabía que íbamos a sufrir graves consecuencias en forma de contragolpe como lo que estamos viendo con el Estado Islámico” manifestó.
En su opinión, el verdadero problema es el largo historial de agresiones de EE UU no solamente en Oriente Próximo, Norte de África, Afganistán, Vietnam, Corea, sino también “los cientos de años de prácticas genocidas”: matar a los aborígenes, esclavizar a los afroamericanos, los intentos de dominar en América Latina, robar la mitad del territorio mexicano, etcétera.
“Tenemos que reexaminar cuidadosamente el papel que EE.UU. ha tenido en el mundo”, explica, y denuncia que es algo que los políticos y los medios convencionales de Occidente nunca han querido hacer.
