Representantes de alto nivel de Corea del Sur y Corea del Norte celebran hoy una maratoniana reunión en la ciudad suroccidental norcoreana de Kaesong para buscar modos de mejorar las relaciones bilaterales y recuperar proyectos en común.
Los delegados de ambas Coreas se reunieron durante más de siete horas en una primera ronda que comenzó a las 10.30 hora surcoreana (1.30 GMT), y tras un descanso regresaron a la mesa de negociaciones a las 18.15 (9.15 GMT), informó la agencia Yonhap en Seúl.
Así, se espera que finalice de madrugada la reunión, de cuyo contenido no se ha revelado ningún detalle por el momento.
El viceministro de Unificación de Corea del Sur, Hwang Boo-gi, y el vicedirector del Comité para la Reunificación Pacífica de Corea del Norte, Jon Jong-su, encabezan las delegaciones en el encuentro.
La segunda reunión bilateral de alto nivel de este año llega a raíz del acuerdo suscrito el pasado 25 de agosto en el primer diálogo entre autoridades de primer rango de Seúl y Pyongyang para poner fin a un peligroso episodio de tensión militar que despertó temores de guerra en la península de Corea.
Los representantes de ambos países, en aquella ocasión a nivel de ministros, se marcaron el objetivo de dar continuidad al diálogo para mejorar sustancialmente las siempre conflictivas relaciones bilaterales y abrir una etapa de paz duradera y estable.
Aunque ninguna de las dos partes ha revelado detalles sobre la agenda del encuentro de hoy, se espera que Seúl ponga sobre la mesa la propuesta de celebrar nuevas reuniones de parientes separados por la Guerra de Corea (1950-53) como la que el pasado octubre permitió a casi 200 familias volverse a ver tras seis décadas sin contacto.
Los representantes de Corea del Norte, por su parte, podrían buscar modos de recuperar el proyecto turístico del monte Kumgang, que permitía a surcoreanos viajar a un hotel en el país vecino hasta que en 2008 se suspendió después de que un soldado norcoreano matara con varios disparos a una visitante del Sur.
Las relaciones entre ambas Coreas, que permanecen técnicamente en guerra desde hace seis décadas, han estado marcadas en los últimos años por continuos ciclos de conflicto y distensión.
El acuerdo del pasado agosto ha generado esperanzas de acabar con esta situación y abrir una etapa estable de entendimiento, aunque en la sociedad surcoreana existe cierto escepticismo sobre la posibilidad de que esto se pueda lograr.
AGENCIA