Modelo “esclava de las cirugías” falleció en operación estética
Una de las concursantes del mayor concurso de belleza de Brasil de 28 años de edad, falleció después de someterse a una cirugía estética para eliminar las líneas de expresión.
La modelo Raquel Santos, oriunda de Río de Janeiro, sufrió un ataque al corazón después de la colocación de rellenos inyectados el pasado lunes, y la policía está investigando su muerte.
Amigos de la también madre de dos niños, dijo cómo estaba aterrorizada de morir durante la realización de la cirugía plástica, pero era una “esclava de la vanidad” quien autorizó que se le realizara cualquier procedimiento inimaginable.
La joven de 28 años, quien fue finalista en la competición llamada “Musa de Brasil” en diciembre, sufrió un ataque cardíaco durante el procedimiento quirúrgico.
La policía está investigando el uso que la joven realizaba a una droga ilegal veterinaria para caballos, que se inyectaba como un potenciador de crecimiento, lo cual pudo haberle causado la muerte.
La droga Potenay, que contiene mefetermina, un estimulante cardiorespiratorio que es ampliamente utilizado en Brasil por los fisicoculturistas para ganar músculo, pero también incrementa la presión arterial.
La mejor amiga de la modelo, Débora Azevedo, dijo que la joven estaba obsesionada con la cirugía estética.
Azevedo indicó que “ella estaba muy precocupada por su aspecto, se realizaba operaciones sin decirle a sus amigos para que no la regañaran”.
“Ella estaba asustada de morir en la operación, pero lo hizo de todas maneras, eso dice cómo estaba obsesionada con lucir bien. Y se hizo cualquier procedimiento estético, desde bronceado artificial hasta drenaje linfático.
El novio de la joven, Gilberto Azevedo, dijo que su búsqueda por la belleza era innecesaria y peligrosa, él dijo que “ella estaba obsesionada por eso, y siempre quería más”.
“Yo pensé que ella, fea o hermosa, estaba bien como era, pero ella siempre quería más innecesariamente, ella utilizaba un montón de Potenay inyectado antes de irse al gimnasio”.
“Ella era una persona muy feliz, amigable y con muchos sueños, todo lo que quería hacer es llegar a ser modelo”.
El cirujano plástico Wagner Moraes, quien dirigió la corrección de las “líneas de expresión” de Santos, insistió en que el procedimiento no fue el causante de su fallecimiento: “fue una operación simple que dura como mucho dos minutos. El gran punto es que ya ella estaba sufriendo complicaciones de salud, aplicándose el Potenay a su cuerpo todos los días, incluído el día de la cirugía”.
DailyMail