El PP se prepara para otras elecciones generales a finales de mayo. No lo admiten aún en público ni han activado su maquinaria interna pero su análisis del bloqueo político actual conduce a clarificar el panorama otra vez en las urnas. No es su mejor apuesta pero creen que a Ciudadanos y al PSOE aún les puede ir peor. Mariano Rajoy ya casi desiste de volver a citar en La Moncloa a Pedro Sánchez y deja la concreción de su oferta de Gobierno para el debate de investidura.
El PP se ve abocado a otras elecciones generales en primavera y corrobora que no son el peor escenario. El propio Rajoy fijó ese criterio en público al comentar que aunque la repetición de elecciones no es lo mejor en estos momentos tampoco sería la peor opción para el PP. Luego otros dirigentes populares remarcaron que si los comicios se vuelven a convocar el resultado podría ser más negativo para el PSOE y Ciudadanos. La tesis que se maneja en el PP es que el electorado optará por hacer más útil su voto y que entonces podrían captar parte del votante que se les fugó el 20-D al partido de Rivera. Ese es también el temor en las filas de Ciudadanos. La encuesta de Metroscopia para EL PAÍS refleja sin embargo un alza en el partido naranja mayor que en el PP pero confirma el castigo al PSOE, que sería superado por Podemos. En el PP van a incidir en esa vía para incrementar la presión sobre Sánchez.En el entorno del presidente en funciones, en La Moncloa y el PP, han constatado tras la semanas transcurridas desde las elecciones del 20-D que Pedro Sánchez no se ha movido un milímetro de su oposición frontal a permitir un Gobierno en minoría encabezado por Rajoy y también que la alianza alternativa entre PSOE, Podemos y otras fuerzas parece incierta. El PP concluye que la llave de la gobernabilidad del país no está en su mano sino en la del líder socialista y Pablo Iglesias y por ahora les toca esperar. Rajoy ha vuelto a transmitir este fin de semana a su equipo que hay que tener paciencia porque el proceso de decantación va a ser lento. Las esperanzas en que la posición de Sánchez cambie son escasas pero no se quieren descartar oficialmente.
Lo que no tiene previsto Rajoy es volver a recibir en su despacho al líder del PSOE. “Es absurdo que Rajoy vuelva a llamar a Sánchez para que le diga otra vez que no de entrada y le dé más calabazas”, sostiene uno de los vicesecretarios del PP.
El presidente en funciones se concentrará esta semana en la ronda de contactos que abrirá hoy el rey Felipe VI con los 16 partidos registrados en el Congreso, que concluye el viernes por la tarde precisamente con su propia cita con el monarca. En La Moncloa y el PP defienden que en esta ocasión es importante esta tanda de conversaciones porque podrían aclarar algo los límites hasta donde están dispuestos a llegar los partidos para apoyar a un candidato a la investidura.
Rajoy, por su puesto, presentará su candidatura en primer lugar aún a sabiendas de que no cuenta con el apoyo necesario para salir adelante. De hecho ya ha empezado a preparar su discurso. En primer lugar ha pedido a los distintos ministerios un balance de lo realizado, para no presentarse con las manos vacías, y luego tiene planeado adelantar algunas de las ofertas de las grandes reformas que cree que necesita España y que podrían acometerse con el respaldo de una mayoría amplia parlamentaria. Algunas de esas propuestas están en el programa del PSOE y forman parte del plan para atraer a Sánchez o para obligarle a que las rechace en la propia cámara.EL PAIS