Nicky Jam, el cantante estadounidense con raíces latinas, conquistó al público de Viña del Mar en una actuación en la que se echó en falta la calidad vocal de los artistas presentes en esta edición del festival.
El reguetonero, que aterrizó en Chile tras destacar en el mercado musical internacional a lo largo de todo el 2015, evidenció que sus canciones de estudio suenan significativamente mejor que sus directos.
No obstante, el público que abarrotaba el anfiteatro de la Quinta Vergara no parecía preocupado por el hecho e hizo gala del denominado 'perreo' en cada melodía.
El concierto no dejó sorpresas para el final y arrancó con "Travesuras", una de sus canciones más reconocidas, que lo catapultó de nuevo hacia el éxito internacional, después de que en 2005 su carrera musical hubiera decaído.
"Para mí es una bendición estar acá. Papá Dios me trajo aquí", dijo el artista tras entonar los primeros temas de su recital.
El artista aprovechó la plataforma del Festival de Viña, seguido por más de 150 millones de espectadores en todo el mundo, para mostrar su capacidad para coquetear con otros estilos alejados de sus registros habituales como la electrónica.
Uno de los grandes momentos de la velada llegó cuando el tatuado cantante interpretó "Ay vamos", una canción original del colombiano J Balvin y que él reversionó junto a French Montana para la película Fast and Furious 7.
Jam se despidió de sus fanáticos chilenos, que tras algo más de una hora de concierto seguían ovacionando al artista y pidiendo más dosis de reguetón. "Voy a volver pronto, seguro", contestó la estrella de la música urbana.
Nicky Jam se suma a la larga lista de reguetoneros que después del paso de Daddy Yanke por el festival encendieron el anfiteatro durante los últimos años. Los ritmos centroamericanos se tomarán la noche de mañana con las presentaciones de los puertorriqueños Don Omar y Wisin. EFE
