El ministro de Finanzas alemán pidió el sábado una solución europea para la crisis de migración, mientras en su país aumentan las críticas por los reiterados intentos sin éxito de compartir la carga del problema con la región.
Wolfgang Schäuble se refería a la "situación excepcionalmente difícil" a la que se enfrenta Grecia, donde se ha generado un cuello de botella de inmigrantes, que se suma a los problemas del país, mientras trata de atajar su precaria situación económica.
En una referencia velada a la división entre los miembros de la Unión Europea, Schäuble dijo en una reunión del G20 en Shanghái que Grecia no había recibido una "excesiva" solidaridad por parte de otros estados salvo Alemania.
Austria, la última parada antes de Alemania para cientos de miles de inmigrantes, impuso recientemente restricciones en sus fronteras, creando un efecto dominó limitando el flujo de personas y dejando a cientos varados en Grecia. REUTERS
