Un grupo de jóvenes uruguayos lanzó una campaña contra la viralización de vídeos íntimos divulgados sin consentimiento, a través de la creación de un audiovisual que simula ser uno de ellos y que ha alcanzado al menos 10 millones de visualizaciones dentro y fuera del país en menos de una semana.
Así lo explicaron este martes a Efe integrantes de Pensamiento Colectivo, la organización creadora del vídeo, en el que se muestra a un grupo de chicos que salen de un baile, se encuentran con una pareja en la playa en una situación íntima y la empiezan a filmar.
El vídeo, que intenta replicar la esencia de los vídeos íntimos capturados con teléfonos móviles y divulgados por las redes sociales con los mismos recursos de lenguaje audiovisual, tiene un giro inesperado cuando la pareja filmada se incorpora y la chica empieza a relatar lo que sucedería si se llegase a difundir esa imagen.
De este modo, mientras la chica va nombrando a todos los personajes a los que podría llegar la imagen, se van sumando personas que representan la rápida difusión no deseada de los vídeos.
"Está bueno darle trascendencia a lo que pasa con ese vídeo, porque quizás lo pasás y decís 'A mí no me afecta', aunque en realidad estás afectando a otra persona que probablemente no conozcas ni la vayas a conocer, pero le estás destruyendo la vida", explicó Álvaro Grasso, uno de los integrantes de Pensamiento Colectivo.
"En realidad la estás afectando en distintos ámbitos y está bueno que se tenga tangibilidad sobre esa situación", dijo el miembro de esta organización que agrupa a una decena de jóvenes de entre 25 y 30 años que voluntariamente se dedican a plantear situaciones que requieren una reflexión crítica de la sociedad.
Esta iniciativa cosechó en menos de una semana al menos 10 millones de visualizaciones en Facebook, más de 200.000 en YouTube y fue compartida por medios internacionales y organizaciones de defensa de derechos humanos y de la mujer de España, México, Chile, Colombia y Perú.
Se trata de la primera iniciativa de Pensamiento Colectivo, surgida tras la viralización de clips audiovisuales a través de WhatsApp y redes sociales en los últimos veranos que difundieron episodios en varias localidades costeras de Uruguay en los que especialmente las mujeres retratadas sufrieron escarmiento público.
De ahí que sea una chica la que narra la hipotética situación en la que "hay amigos, hay familia y un montón de personas involucradas", según explicó Agustina López, otra de las integrantes del colectivo.
López subrayó que con "la facilidad del clic y el anonimato de Internet" los daños que se pueden hacer pueden llegar a ser "irreparables".
"Los 'linchamientos' y las 'cacerías de brujas' siempre existieron, pero ahora se están dando a través de otras herramientas mucho más anónimas y que tienen un crecimiento exponencial en cuanto a lo que les pueda llegar a las víctimas", explicó la integrante.
"Nosotros creemos que está habiendo una falta de empatía (...) porque no se utilizan (los vídeos íntimos) para denunciar sino para humillar al otro. Es como un alimento del ego a través de poner al otro en un lugar que no está bueno", agregó.
El vídeo será subtitulado al inglés, francés y portugués para que el idioma "no sea una barrera" en una situación que en el contexto actual se plantea como "universal", explicó Grasso.
Por su parte, Andrea Sallé, también parte de la organización, expresó que el colectivo tiene la intención de llevar al ámbito educativo el tema en el "mediano y corto plazo" a través de la realización de talleres. EFE