El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció hoy el nuevo plan "Paz Colombia", un nuevo acuerdo bilateral entre ambos países para el que solicitará al Congreso más de 450 millones de dólares en el presupuesto del año fiscal 2017, una cifra superior a los 296 millones otorgados este año.
Obama anunció dicha propuesta durante la ceremonia de celebración de los 15 años del Plan Colombia, en la Casa Blanca, acompañado por su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, en un gesto que pretende redefinir la ayuda estadounidense al país andino.
"Estoy orgulloso de anunciar un nuevo marco para el siguiente capítulo de nuestra asociación. Lo vamos a llamar 'Paz Colombia'", adelantó el mandatario, tras alabar los esfuerzos de Santos por lograr el fin del conflicto interno.
"El Plan Colombia ha sido un tributo al pueblo colombiano", insistió Obama, "que después de 15 años de sacrificios" asiste ahora a un "un tiempo nuevo" tras una "notable transformación".
Colombia, indicó Obama, ha pasado de ser "un país que una vez estuvo al borde del colapso, para ahora ser uno al borde de la paz".
Como parte de esta nueva iniciativa entre los dos países, Obama anunció también que Estados Unidos se unirá a Noruega para lanzar un proyecto global de desactivación de minas con la finalidad de ayudar a Colombia a cumplir con su compromiso con la Convención de Ottawa y completar su desminado de tierras para el año 2021.
Según datos aportados por la Casa Blanca, de los 450 millones de dólares que solicitará el mandatario al Congreso, 33 de ellos irán destinados a la desactivación de minas antipersonales, que se suman a los 20 millones aportados por Noruega.
Asimismo, el mandatario estadounidense expresó su deseo de profundizar las relaciones con Colombia en otras materias como el comercio o la inversión en energías limpias y aseguró que la nación suramericana no encontrará "un socio mejor que Estados Unidos".
Respecto al acuerdo de paz, que se espera se rubrique el mes próximo en La Habana, Obama expresó su "admiración" a Santos por haber dado el paso de acercarse a la mesa de diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pese al riesgo político que llevó consigo, y agradeció el rol de Cuba como anfitrión de las negociaciones.
EFE