Desde 1636, por 314 años la iglesia San Francisco de Asís ubicada en el corazón de la ciudad fue la catedral de Barquisimeto, siempre bajo el asedio de los terremotos que algunas veces interrumpieron su función canónica, a la larga motivo para buscarle sustituto.
El terremoto de 1812 que hizo exclamar en Caracas a Simón Bolívar “si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”, también destruyó la catedral barquisimetana, construcción que data de unos 380 años, cuando se inició con permiso del gobernador Francisco Núñez Melena, desde su residencia en Puerto Rico.
El terremoto de 1812 dejó a la iglesia de San Francisco en escombros, siendo reconstruida en 1865. En agosto de 1950 otro sismo, el terremoto de El Tocuyo, de nuevo causó serios daños al templo franciscano, quedando en pie sólo la torre del campanario construido en 1865 y el reloj que data de 1888.
Debido a los daños el ministerio de Obras Públicas decidió demolerla y al final el viejo templo fue de nuevo reconstruido aunque ya se había decidido levantar una nueva catedral. Mientras reparaban a San Francisco y construían la nueva iglesia, sus responsabilidades litúrgicas pasaron por poco tiempo al templo de la Inmaculada Concepción, frente a la plaza Bolívar, según tradiciones la primera edificación religiosa construida en Barquisimeto. Humilde capilla de bahareque con techo de paja el primer templo poco a poco se fue transformando en una estructura más sólida y llegó a tener una torre de cuatro cuerpos hasta 1736, cuando quedó en ruinas por un nuevo movimiento sísmico. La Inmaculada fue reconstruida pero destruida nuevamente por el terremoto de 1812.
Los esfuerzos del cura Macario Yépez –cuyos restos reposan allí– lograron su reconstrucción y el actual templo fue reinaugurado en 1853. Allí estuvieron sepultados los restos del prócer y héroe epónimo Juan Jacinto Lara, hasta ser trasladados al Panteón Nacional en 1911.
En 1953 se inició la actual Catedral Metropolitana de Barquisimeto, bajo diseño del arquitecto Jahn Bergkamp, una de las estructuras de la ciudad que más llama la atención. Se concluyó en 1968, un contraste de simplicidad, una de las más originales del continente.
GV