A juicio de José Luis Cova, presidente de la Fundación para la Conservación Metropolitana, la Gran Caracas no aprovecha el agua de las lluvias. Explicó que aún cuando es necesario por la situación de escasez hídrica, la mala planificación de la ciudad no permite darle un buen uso porque se pierde al llegar al Guiare.
"Las lluvias son una oportunidad para reflejar las malas construcciones y la falta de planificación con que ha crecido la ciudad".
Asimismo, señaló que una de las debilidades que tiene la Gran Caracas es su sistema de drenaje, porque en su consideración no es acorde a la magnitud de la ciudad, ya que el mismo no ha crecido al ritmo con que crece la urbe.
Asimismo señaló que existen en la Gran Caracas 350 quebradas que deben ser monitoreadas constantemente, para evitar los desastres ocasionados por lluvias. Insistió en que es necesario la limpieza permanente de los desagües y quebradas, así como la conciencia ciudadana a cerca de la correcta disposición de los desechos sólidos.
Cova alertó a las alcaldías que es necesario mantener una vigilancia estricta de las área de riesgo ya que el problema no se presenta solo en el momento de las lluvias. Puntualizó que los suelos se saturan de agua al momento de la precipitación, tras lo cual el suelo se seca lo que trae como consecuencias los deslizamientos.