El miércoles 12 de mayo de 2010 se estrelló durante el aterrizaje en Trípoli, un avión A330 perteneciente a la aerolínea Afriqiyah Airways, procedente del Aeropuerto Internacional de Johannesburgo que pretendía hacer escala en Tripolí y continuar hacía Amsterdam.
La aeronave trasladaba a 104 personas a bordo; 93 pasajeros y 11 miembros de la tripulación. 103 de ellas fallecieron y solo un niño de 9 años sobrevivió.
Su nombre, Ruben van Assouw se libró de la muerte porque quedó atrapado en un trozo de fuselaje del avión que se había despegado, estaba en su asiento, con el cinturón de seguridad puesto respirando, pero con los pies rotos y contusiones por todo el cuerpo.
El niño, volvía de un safari fotográfico con familia en Sudáfrica, pero sus padres y su hermano mayor también fallecieron en la catástrofe aérea.
El avión que había despegado el 11 de mayo de 2010 a las 21:37 hora local sudafricana, con destino a Trípoli, llevaba un retraso de unos 17 minutos. Hasta libia todo había transcurrió sin complicaciones, es allí donde inició el descenso al aeropuerto, en ningún momento del accidente el piloto había reportó algún problema a la torre de control.
La aeronave se estrelló a unos metros de la pista 09, fuera del perímetro del aeropuerto. Inmediatamente después del impacto este comenzó a incendiarse.
Las autoridades de la Aviación Civil de Libia, anunciaron que la causa del accidente fue un error de gestión de recursos de la tripulación, también la fatiga podría haber jugado un papel en el accidente.
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